El Gobierno estudiará mejorar la capacidad de actuación de la CNMC en materia de competencia
La ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, ha destacado este jueves la importancia de la directiva ECN+ al incluir «cambios relevantes» para establecer condiciones similares entre las empresas, algunas de las cuales el Gobierno transpondrá. También ha avanzado que estudiará los márgenes de maniobra, dentro de la discrecionalidad que se deja a cada Estado miembro, para mejorar «lo más posible» la capacidad de actuación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en la lucha contra las conductas restrictivas de competencia.
Así lo ha señalado durante la clausura de la jornada anual de Competencia, organizada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), en la que ha subrayado que sin unas reglas «claras» de juego y una regulación que evite prácticas desleales, la economía «no podría funcionar bien».
«En parte, el éxito económico de España se debe al buen funcionamiento de los mercados y algo debe estar haciendo bien la CNMC», ha enfatizado Calviño, quien ha trasladado a los miembros del organismo regulador el interés del Gobierno por trasponer directivas comunitarias y no ser el «farolillo rojo» en la materia.
De esta forma, ha dicho que el objetivo principal del Ejecutivo es transponer 14 directivas pendientes, algunas en fase avanzada de procedimientos de infracción, por tratarse de normas «tremendamente importantes» para la protección de los ciudadanos. Entre estas, ha citado la norma de seguros colectivos, fondos de pensiones, la protección de inversores en mercados financieros o la lucha contra el blanqueo de capitales y contra el terrorismo.
En este contexto, ha ensalzado la importancia de la directiva ECN+ , al ser «muy importante» por constituir «un paso más» en el objetivo de que las empresas tengan unas condiciones similares cuando se trate de defensa de competencia en distintos países.
Según Calviño, la directiva incluye actuaciones y cambios «relevantes», algunos de los cuales «se deben transponer. «Debemos ver los márgenes de maniobra, dentro de la discrecionalidad que se deja a cada Estado miembro, para mejorar lo más posible la capacidad de actuación de la CNMC en su lucha contra las conductas restrictivas de la competencia», ha apuntado.
VE «PRIORITARIO» LUCHAR CONTRA LAS NUEVAS POSICIONES DE DOMINIO
Igualmente, Calviño ha incidido en el reto que constituye la revolución digital actual, al comportar cambios «muy sustanciales» sobre la forma de competir de las empresas entre sí. En este sentido, ha explicado que el funcionamiento de distintos productos y del mercado de trabajo está cambiando por cambios tecnológicos «fantásticos» que abren nuevas oportunidades, pero conllevan un «impacto importante» en distintos mercados y desde la perspectiva de la competencia.
Por ello, ve como una «prioridad absoluta» la lucha por parte de las autoridades de competencia contra posibles efectos negativos derivados de la creación de posiciones de dominio en estos mercados. «Tendremos que reflexionar sobre el marco regulatorio porque se producen cambios que pueden dar lugar a posiciones de dominio», ha avisado la ministra, quien cree que «antes o después» se va a producir un deterioro de la calidad de productos por el aumento de la oferta y del precio.
A lo mejor, ha añadido, ese deterioro no es percibido por los usuarios, pero si por los competidores y «muchas» medianas y pequeñas empresas relacionadas con las nuevas plataformas tecnológicas.
Por ello, ha defendido que el nuevo impuesto a los servicios digitales, discutido esta semana en el Ecofin, es un «intento de restaurar unas condiciones de competencia más justa entre operadores del mundo digital y los que hacen lo mismo en el mundo real».
A pesar de que aboga por ser «prudentes», considera que no hay que quedarse «parados», ya que estos cambios llegados con la tecnología pueden tener a medio plazo un «impacto importante» en el bienestar de los ciudadanos y en la competencia empresarial.
La titular de Economía ha mostrado su apoyo y ha ensalzado la labor de la política de competencia, ya que «es difícil pero merece la pena» para defender «los intereses del pequeño frente al grande, a los ciudadanos frente a los poderosos y a los que no tienen voz respecto a los que tienen medios suficientes para defender sus intereses».
COMPETENCIA AHORRA HASTA 800 MILLONES A LA ECONOMÍA AL AÑO
Por su parte, el presidente de la CNMC, José María Marín Quemada, que ha intervenido anteriormente en el acto, ha destacado los logros en los últimos cuatro años en materia de competencia en los mercados europeos, en los que se ha registrado un número récord de 89 infracciones competitivas, con un importe de 7.000 millones en sanciones impuestas y se han resuelto más de 1.300 concentraciones económicas.
Además, ha destacado que se han recuperado más de 18.400 millones de euros en ayudas de Estado indebidas en 2017. En total, esta actividad se ha traducido en un ahorro de en torno al 0,2% del PIB de la UE, que solo en 2016 supone un ahorro de unos 15.000 millones de euros.
En el caso concreto de España, ha cifrado entorno a los 600 u 800 millones de euros al año el ahorro derivado de las luchas contra actividades que van en contra de la competencia.