Garzón activa a IU para lograr un buen resultado electoral en mayo y evitar riesgo de un «gobierno reaccionario»
El coordinador federal de IU, Alberto Garzón, ha trasladado a su militancia que los comicios de mayo son una cita clave para la izquierda y traslada a sus bases la necesidad de lograr un buen resultado, con vistas a evitar el riesgo de un «gobierno reaccionario» que suprima derechos en el próximo ciclo político.
En su habitual carta a la militancia, ha trasladado que 2023 será un año «trascendental en el diseño del futuro» del país, con un ciclo electoral que arrancará con las autonómicas y locales, donde su organización debe hacer valer su papel de ser la «organización municipalista de la izquierda transformadora», como revela su representación e implantación local.
«Somos una izquierda que conoce la realidad cotidiana de nuestro pueblo, una izquierda reconocible en la que nuestros vecinos saben que pueden confiar y una izquierda con acreditada solvencia para transformar esa confianza en avances sociales. Con esta hoja de servicios nos presentamos con el objetivo de cuidar nuestra presencia autonómica y municipal. Un buen resultado será el primer paso para evitar un gobierno reaccionario que acabe con los derechos conquistados durante los últimos años y nos haga retroceder a los tiempos en blanco y negro, grises.
Durante esa misiva, ha destacado que la «brújula» de IU son sus «principios» que aplica a su «praxis» política, aparte de trasladar que le «inquieta» el «mero hecho de imaginar que habría sido de la clase trabajadora y de los sectores populares» en un contexto de crisis sin el «empuje» de la «izquierda transformadora» en la gestión del Gobierno, «diametralmente opuesta» a la que hizo el PP hace diez años y la que haría ahora junto a la «extrema derecha».
En este sentido, ha desgranado que 2022 «no ha sido un año fácil», pero ha ensalzado las medidas desplegadas y los «logros» del Ejecutivo, que ha demostrado que se puede gobernar de otra manera «aun con limitaciones y errores».
De esta forma, ha apuntado al escudo social recientemente aprobado que limita precios de alquileres, destina más inversión al transporte público, dará ayudas directas a los hogares más vulnerables para rebajar el precio de los alimentos básicos.
A ello ha sumado suman a la subida del salario mínimo (SMI), la reforma laboral que ha llevado la temporalidad «a mínimos históricos», la «excepción ibérica» de la intervención del gas y la luz o más derechos para las mujeres y el colectivo LGTBI, entre otros avances.