Garamendi, próximo presidente de la CEOE, se marca como objetivo poner en valor a los empresarios

El presidente de Cepyme y con toda seguridad próximo presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha afirmado este viernes que «promete trabajar desde la independencia, pero con sentido de Estado y lealtad institucional» cuando pase a estar al frente de la CEOE en sustitución de Juan Rosell.

«Parece que no va a haber más candidatos y vamos a seguir trabajando y estando unidos», ha dicho Garamendi, quien se ha marcado como objetivo poner en valor la empresa y a los empresarios españoles. «La CEOE tiene que tener su espacio, su reconocimiento, pero tampoco necesitamos halagos», ha dicho.

En declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, Garamendi ha afirmado que la CEOE intentará aportar «su granito de arena» para mejorar las cosas en España. «A veces nos tocará ser el Pepito Grillo , pero siempre intentaremos trabajar en positivo», ha apuntado.

El actual vicepresidente de la CEOE ha defendido también la labor de los sindicatos y su voluntad de negociación y ha destacado que «la mayor infraestructura del país es la paz social». «En España hay más de 5.000 mesas abiertas entre sindicatos y empresarios, que son los que generan esa paz social», ha añadido.

Uno de los temas a los que Garamendi da mayor importancia es la revolución digital, la adaptación de las empresas a la misma, y la necesidad de trabajar para ver dónde están los empleos del futuro.

Reconoce también que existe una «bolsa de precariedad» como resultado de las externalizaciones, por lo que, aunque ve positiva la reforma laboral de 2012, no rechaza que se vea algún «matiz» de la misma, tal y como acordaron empresarios y sindicatos en el acuerdo de negociación colectiva.

«Queremos que el empleo en España sea indefinido, digno», ha afirmado Garamendi, que también ha apostado por trabajar en un plan estatal sobre formación.

En materia fiscal, ha reiterado sus críticas a los «globos sonda» que ha lanzado el Gobierno sobre las subidas de impuestos, porque generan «inseguridad e inestabilidad», al tiempo que ha advertido al Gobierno de que «si se gasta mucho más de lo que ingresa, habrá problemas para España».

«Los vientos de cola que teníamos no son los que tenemos ahora. Estamos en un momento delicado y, aunque España está preparada para funcionar, el riesgo es gastar lo que no tenemos. Se necesita una gestión eficaz. Si nos gastamos mucho más de lo que tenemos tendremos problemas», ha concluido.