Garamendi emplaza a los gobiernos a tomar medidas para «proteger a las empresas» por la guerra de Ucrania
Cree que España debería estudiar por qué padece tanta «dependencia energética» y qué hacer para que sus empresas «sean competitivas»
BILBAO, 25
El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, ha emplazado a los gobiernos a tomar medidas que permitan «proteger a las empresas» afectadas por los efectos de la invasión de Rusia a Ucrania.
Asimismo, ha considerado que España debería estudiar por qué padece tanta «dependencia energética» para lograr que sus empresas «sean competitivas».
Garamendi ha acudido este viernes a Getxo (Vizcaya), donde ha pronunciado una conferencia sobre las oportunidades de recuperación económica. A preguntas de los medios de comunicación, el presidente de la patronal ha abordado además la invasión de Ucrania por parte de Rusia y su afectación a la economía.
Tras recordar que los empresarios europeos ya trasladaron ayer su preocupación por un ataque bélico que va «contra los principios de la democracia, la libertad y la soberanía de un pueblo», ha incidido en que también instaron a Europa, junto con EEUU, «a tomar las decisiones que tenga que tomar y dentro de éstas, decisiones económicas».
«Nos pusimos a disposición de la Comisión Europea y en el caso de las empresarios españoles, a disposición del Gobierno español», ha añadido el líder de la patronal.
Respecto a cómo afectará a la economía y al mundo de la empresa, Garamendi ha recordado que se está en plena salida de la pandemia, «con problemas de la energía, y la inflación por encima del 6%, a lo que se suma la situación de Ucrania, que lo «agrava en muchos aspectos».
En el caso de la energía, Garamendi ha señalado que España es menos dependiente del gas de Rusia gracias a Argelia, y también cuenta con la ventaja competitiva que suponen las regasificadoras, por lo que «la garantía de suministro a través de los barcos, del gas licuado, en principio está asegurado».
«Eso no quita para que los precios y el coste de la energía sea superior… ahí las empresas españolas, especialmente las industriales, como en el caso del País Vasco, lo van a sufrir de forma especial en el caso de los precios», ha advertido.
Asimismo, ha incidido en que también hay otros procesos industriales en los que el gas tiene una importancia, como en el caso de la industria del azulejo. «No somos conscientes de lo que influye hoy en día un material como el aluminio y Rusia es uno de los grandes productores, por lo que tendremos problemas. También en los fertilizantes para el campo, los cereales…», ha advertido.
Del mismo modo, ha afirmado que se va a «sufrir» con respecto a los que son «nuestros socios», ya que estados como Alemania o Francia tendrán «problemas». «Lo que tendremos que ver es qué medidas los gobiernos tendrán que establecer para proteger en cierta medida esta situación que van a sufrir las empresas porque todo son vasos comunicantes», ha expresado.
A su juicio, es por ello necesario «ser conscientes» de lo que está aconteciendo y «evaluar los temas», ya que no es un día «para sonreír». «Tendremos que ver la inflación dónde queda. Es un tema muy serio y por eso pedimos más Europa, ya que nos afecta a todos a nivel mundial», ha asegurado.
BAJAR IMPUESTOS
Tras recordar el acuerdo alcanzado con el Gobierno para prolongar los ERTE, Garamendi ha asegurado que en el tema del gas hay «muchos impuestos», de tal forma que «cuando suben los precios, también suben los impuestos».
«Si aunque cobres la mitad de impuestos, o un porcentaje menor, el precio sube, el Estado recauda más. Eso es donde tendremos que empezar ahora con el lápiz cómo se puede afinar», ha descrito.
Asimismo, ha recordado que el mercado energético puede también variar y Estados Unidos podría «ampliar su producción». «En España parece que tenemos miedo al fracking, pero igual habría que pensar por qué tenemos que tener tanta dependencia energética. Francia no la tiene y aquí las centrales nucleares las hemos cerrado. La centrales de carbón, por ejemplo, hemos cerrado once en los últimos años y en Alemania el 40% de ellas son de carbón. Tendremos que empezar a pensar qué hacer para que nuestras empresas sean competitivas», ha zanjado.