Gantz busca desbancar a Netanyahu y dar el salto del Ejército al puesto de primer ministro de Israel

Su compañero de coalición, Yair Lapid, dejó la carrera periodística para fundar Yesh Atid

El líder de la coalición Azul y Blanco, Benjamin Gantz, intentará este martes desbancar a Benjamin Netanyahu como primer ministro de Israel, en unas elecciones en las que ha decidido dar el salto a la política tras ser jefe del Ejército entre 2011 y 2015.

Gantz, una figura militar muy respetada en Israel, decidió unir fuerzas con Yair Lapid para formar una coalición que busca reunir el voto desencantado con Netanyahu, cuya imagen se ha visto debilitada a causa de las sospechas de corrupción que pesan contra él.

El acuerdo alcanzado entre ambos contempla que el exjefe del Estado Mayor del Ejército sería primer ministro durante dos años y medio, tras lo que cedería el testigo al antiguo periodista para el año y medio restante del mandato.

De esta forma, el antiguo jefe de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) busca así seguir los pasos de Isaac Rabin y Ehud Barak, que dieron el salto del Ejército a la oficina del primer ministro.

Gantz nació en 1959 en Kfar Ahim –un moshav ubicado en el centro de Israel– y se alistó en el Ejército en 1997 como paracaidista, tras lo que ascendió rápidamente en las filas de las Fuerzas Armadas, llegando ese mismo año a colaborar en los acuerdos de seguridad para la visita del entonces presidente egipcio Anuar Sadat a Israel.

Posteriormente sirvió como comandante de una unidad de élite de la Fuerza Aérea, comandante de la Brigada Paracaidista y comandante de la Unidad de Enlace en Líbano, donde fue el último soldado en abandonar el país vecino tras la retirada del año 2000.

Asimismo, fue comandante de la División Judea y Samaria (Cisjordania) en el año 2000, cuando estalló la Segunda Intifada, tras lo que estuvo al frente del Mando de las Fuerzas de Tierra entre 2005 y 2007 y fue agregado militar de Israel en Estados Unidos entre 2007 y 2009.

Finalmente, fue ascendido al puesto de número dos del Estado Mayor del Ejército en 2009, puesto que ocupó hasta noviembre de 2010, de cara a su ascenso definitivo a jefe del Ejército en febrero de 2011.

Así, Gantz estuvo al frente de las FDI durante la Operación Pilar Defensivo en la Franja de Gaza en 2012, así como en la Operación Margen Protector , lanzada en 2014. En ambos casos el primer ministro era Netanyahu, su principal rival en los comicios de este martes.

Gantz nombró además durante su periodo al frente del Ejército a la primera mujer general de División, Orna Barbivai, quien ahora figura en la lista electoral del Partido Azul y Blanco.

Durante la campaña, Gantz reveló que comparte un lazo histórico con Lapid, dado que su madre, Malka, quien sobrevivió al Holocausto, vivió en el mismo edificio del gueto de Budapest que el padre de su compañero de coalición, Yosef.

El padre de Gantz, Nahum, también sobrevivió al Holocausto en Rumanía y fue un importante cargo de la Agencia Judía para la Tierra de Israel, encargada tras la proclamación del Estado israelí de la emigración hacia el país.

LA FIGURA DE LAPID

Por su parte, Lapid es un antiguo columnista y presentador de televisión que hizo su irrupción en la política israelí en 2012 con la creación del partido Yesh Atid. En las elecciones de 2013 logró ser la segunda fuerza más votada con 19 escaños y fue nombrado ministro de Finanzas.

El destacado opositor nació en 1963 en Tel Aviv y su padre, un superviviente del Holocausto en Hungría, fue uno de los periodistas más destacados del país antes de entrar en política con el partido Shinui. Entre 2003 y 2004 fue ministro de Justicia. Su madre, Shulamit, es una reconocida escritora.

Lapid concurrió a los comicios apoyando el servicio militar obligatorio, criticando el alto nivel de vida, la corrupción y el fracaso del sistema educativo israelí.

Sin embargo, el bloqueo por parte del Ejecutivo a las políticas que intentó promover impidió que pusiera en marcha sus promesas electorales, lo que incrementó las críticas en la sociedad israelí contra él.

Finalmente, Netanyahu le cesó junto a Livni en 2014 tras acusarles de planear un golpe interno en el Ejecutivo. En 2015 Yesh Atid logró únicamente once escaños –de los 120 de la Knesset– y se unió a las filas de la oposición.

Lapid ha defendido reiniciar las negociaciones con la Autoridad Palestina y aboga por una política de «dos estados para dos pueblos», si bien ha achacado la falta de acuerdo a los palestinos.

PROGRAMA POLÍTICO

La formación encabezada por Gantz y Lapid se ha presentado como una alternativa libre de corrupción y con un mensaje centrado en la seguridad –centrado en la amenaza que supone Irán, también desde Líbano y Siria– y la reforma social.

Asimismo, ha mantenido un discurso difuso sobre la cuestión palestina, en un intento por atraer votos de la izquierda sin apartar de su lado al centro-derecha. De hecho, ha defendido proteger los intereses de seguridad y mantener la libertad de acción del Ejército «en todas partes».

En este sentido, ha apostado por un «proceso de separación» no detallado, sin llegar a respaldar la creación de un Estado palestino. De hecho, ha defendido fortalecer los asentamientos ubicados en Cisjordania, lo que complicaría una solución al conflicto.

Por otra parte, ha prometido conservar la identidad judía de Israel al tiempo que permite a todos los ciudadanos y comunidades y enmendar la controvertida ley del Estado nación para incluir la igualdad como un «principio constitucional fundamental».

Gantz se ha mostrado crítico durante la campaña con Netanyahu ante el disparo de proyectiles desde la Franja de Gaza y ha acusado al primer ministro de entregar la capacidad de «disuasión» israelí y resaltó que «cualquier objetivo es apropiado».

El Partido Azul y Blanco hace frente a una complicada aritmética parlamentaria para lograr la mayoría, dado que Gantz ha descartado ya a los partidos árabes –ubicados en la izquierda del espectro– debido a que «hablan contra el Estado de Israel», lo que limita sus alianzas al Partido Laborista y Meretz, lo que podría no ser suficiente.

Gantz podría llegar a unir fuerzas con el partido de centro-derecha Kulanu y con Zehut, un partido de nuevo cuño que aboga por legalizar la marihuana y defiende la anexión de Cisjordania y la solución de un único Estado. Además, cualquier tipo de gobierno de unidad entre el Likud y el Partido Azul y Blanco ha sido ya descartado por ambos.

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