Galp reorganiza su negocio y crea una nueva unidad de energías renovables tras ganar un 21% menos en 2019

Invertirá entre 1.000 y 1.200 millones de euros anuales hasta 2022, más del 40% destinado oportunidades de transición energética

Galp ha acometido una reorganización interna de todos sus negocios y ha credo una nueva división dedicada a energías renovables y nuevos modelos de negocio, después de registrar una merma de su beneficio neto en 2019 del 21%, hasta 560 millones de euros.

Según anunció la petrolera portuguesa durante la celebración de su Capital Markets Day , la finalidad de esta reorganización es la optimización de sus negocios, segmentándolos con arreglo a su propia identidad, objetivos y perfil de riesgo.

De esta forma, la nueva estructura se compone de cuatro unidades de negocio: Upstream, que se mantiene sin cambios; Refino y Midstream, que incorpora el negocio de refino y logística, las actividades comerciales y el trading de petróleo, gas y electricidad; Unidad comercial, que integra toda la oferta de productos y servicios a todos los clientes; y Unidad de Renovables y Nuevos Negocios.

En este sentido, Galp se ha comprometido a desarrollar una cartera sostenible basada en la generación de electricidad de fuentes renovables, con una inversión de entre el 10% y el 15% del grupo destinada a esta fuente de energía y con el objetivo de capturar nuevas oportunidades de negocio y apostar por una transición que permita reducir la intensidad de carbono.

Recientemente, la compañía ha adquirido a ACS un conjunto de proyectos de energía solar fotovoltaica en España que comprende un total de 2,9 gigavatios (GW), con una conexión de red asegurada y 914 megavatios (MW) ya en operación, por 2.200 millones de euros.

Este proyecto, junto con otros en materia de energía solar que desarrolla en la Península Ibérica se calcula que generarán una capacidad total que alcance los 3,3 GW para 2023 y que los rendimientos de capital de esta cartera sean superiores al 10%.

Aunque la capacidad instalada en los próximos años se basará en la cartera existente, la ambición de Galp es aumentar su huella renovable hasta alcanzar los 10 GW para 2030, con el foco puesto en la Península Ibérica, pero buscando oportunidades en otras geografías que cumplan con los criterios de inversión de la compañía.

NUEVAS INVERSIONES Y RESULTADOS

En su conjunto, la compañía baraja invertir un promedio de entre 1.000 y 1.200 millones de euros anuales hasta 2022, más del 40% destinado a capturar oportunidades de transición energética y entre el 10% y el 15% a la generación de energía renovable y nuevos negocios.

Respecto a los resultados del año pasado, Galp obtuvo un beneficio neto de 560 millones de euros, lo que supone una caída del 21% respecto al ejercicio 2018, aunque el beneficio operativo bruto (Ebitda) del grupo aumentó un 7%, hasta 2.381 millones de euros.

La deuda neta a 31 de diciembre de 2019, por su parte, era de 1.435 millones de euros, tras registrar una disminución de 302 millones de euros, situándose la relación de la deuda neta con el Ebitda en 0,7 veces.

La compañía explica que este «sólido desempeño financiero» estuvo respaldado por los resultados anteriores de upstream y downstream, a pesar de lo que considera un «desafiante contexto del refino».

Teniendo en cuenta el ciclo actual de la compañía, Galp prevé un crecimiento anual del 10% en el dividendo por acción entre 2019 y 2021, reiterando la confianza en su plan financiero y el compromiso de equilibrar las inversiones de alta calidad con un crecimiento en la distribución de los accionistas.