Gabriel Zucman, Premio Bernárcer 2018, anima a acabar con la «competencia fiscal» y recuperar dinero evadido
El economista Gabriel Zucman, galardonado este viernes con el Premio Bernárcer de Economía 2018, ha invitado este viernes a los países a acabar con la «competencia fiscal» para rebajar los impuestos a empresas y grandes fortunas y, por el contrario, encontrar una fórmula para recuperar el dinero evadido.
En su discurso para agradecer este premio, Zucman ha propuesto una fórmula para acabar con ese «déficit de impuestos» que las compañías no liquidan en los países en los que generan beneficios, a través de un recargo equivalente a los beneficios no tributados.
Zucman ha reflexionado cómo, a izquierda o a derecha, los diferentes líderes mundiales han emprendido políticas para reducir los tipos de los impuestos a las empresas, algo que considera «equivocado». «Parece que los líderes mundiales están convencidos de que no se puede hacer mucho, y que el único futuro posible es una carrera a la baja», ha lamentado.
«Déjenme decirlo claro: Están equivocados. Es perfectamente posible tener un mundo completamente globalizado e integrado e impuestos elevados a las empresas», ha asegurado, subrayando que «la competición internacional de impuestos no es una ley natural, sino una decisión política».
En este sentido, ha apostado por hacer tributar a la empresa en cuestión que decida llevar parte de sus beneficios a un país con tipos fiscales más bajos hasta que así pague lo que le corresponda en el porcentaje de los beneficios generados en el país.
«Si Irlanda, Bermudas o Luxemburgo renuncian a recaudar impuestos, está bien, es su elección. Pero otros países pueden decidir recaudar los impuestos que esos países renuncian a recaudar», ha argumentado, asegurando que, en caso de que a las empresas se les hiciera tributar de forma adicional, no les compensaría llevar beneficios no generados a otros países.
«No habría razón para desplazar actividad a paraísos fiscales. Acabas con la competición fiscal y reemplazas la carrera a la baja a una carrera por lo alto», ha manifestado Zucman, que considera que el modelo actual «no es sostenible», pues beneficia a los ganadores de la globalización y hace soportar una mayor carga fiscal a los perdedores, provocando un aumento de la desigualdad.