Funcas prevé que la banca siga reduciendo oficinas y empleados para ganar rentabilidad
Los expertos de Funcas han advertido de que el reto de la rentabilidad de la banca seguirá siendo «muy exigente» en 2022 y ven previsible que continúen los ajustes de oficinas y empleados, al tiempo que captan nuevo talento con capacidades digitales comerciales y técnicas.
Así lo indican Santiago Carbó y Francisco Rodríguez en un artículo publicado en el último número de Cuadernos de Información Económica, publicación editada por Funcas, en el que analizan las perspectivas de las entidades financieras españolas ante 2022.
Los autores del informe señalan que, ante los desafíos de 2022 y con una inflación en máximos de este siglo, la Reserva Federal y el Banco Central Europeo (BCE) han adoptado estrategias distintas que abren una vía de desacople monetario que afectará de forma diferencial a ambos lados del Atlántico en múltiples aspectos de la actividad financiera, como la generación de márgenes de intereses bancarios, la remuneración de la deuda, el atractivo de cada zona monetaria como destino de inversión y los tipos de cambio.
«Con la pandemia, la banca española ha atravesado su enésima prueba de fuego tras la crisis financiera. Ha sido capaz de aumentar su capacidad de financiación (entre otras cuestiones, con avales del ICO) y ha reforzado su solvencia. Sin embargo, el reto de la rentabilidad seguirá siendo muy exigente en 2022, en particular en la medida en que los tipos de interés continúen siendo ultrarreducidos o negativos», apunta el artículo de Funcas.
La publicación señala que la rentabilidad sigue apoyándose en buena medida en ganancias en eficiencia operativa. Al cierre de 2020, el número de sucursales en España se situaba en 22.299, frente a las 31.817 de 2014, lo que supone que una de cada cuatro sucursales existentes en 2014 había desaparecido. A su vez, el sector empleaba a 175.185 personas en 2020, frente a los 203.305 trabajadores de 2014.
Como recoge Funcas, el proceso de reestructuración de la banca avanzó en 2021, con operaciones como las de fusión entre CaixaBank y Bankia y Unicaja Banco y Liberbank. Así, en la primera mitad del año se cerraron 1.385 oficinas.
«Tras años de consolidación y ajustes estructurales en el sector, ahora parece que se da una nueva vuelta de tuerca en la transición hacia el modelo basado en plataformas, por lo que es previsible que continúen los ajustes en oficinas y empleados, al tiempo que se capta nuevo talento con capacidades digitales tanto comerciales como técnicas», pronostican los expertos.
El informe de Funcas también pone en valor el «considerable esfuerzo» que han hecho las entidades bancarias españolas para digitalizarse en las dos últimas décadas, aumentando significativamente su inversión en tecnología y atrayendo a nuevos clientes digitales.
Ello les habría llevado a invertir «grandes sumas» en tecnología. Según Funcas, de 2014 a 2020 la ratio de inversión en tecnologías de la información (TI) del sector bancario español se situó, de media, en torno al 4,97% y el crecimiento acumulado de las inversiones tecnológicas fue de un 71,78 % entre 2014 y 2020.