Funcas prevé que Cantabria sufrirá la crisis por la pandemia mejor que la media de comunidades
La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) considera que la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus tendrá un impacto desigual entre las comunidades autónomas, siendo las regiones insulares de Baleares y Canarias las más castigadas en cuanto a la caída de su Producto Interior Bruto (PIB) por su dependencia del turismo. Según estas estimaciones, Cantabria sufrirá la crisis mejor que la media.
Así lo ha comunicado el director general de Funcas, Carlos Ocaña, en una rueda de prensa telemática en la que ha presentado las previsiones para las Comunidades Autónomas 2020/2021 junto al director de Coyuntura y Economía Internacional de Funcas, Raymond Torres.
Según se desprende de su informe, se pueden categorizar en tres grupos las Comunidades Autónomas en relación a la caída del PIB.
A este respecto el primer grupo, el más golpeado por la crisis, está compuesto por las autonomías insulares que se verán más afectadas por la caída del turismo.
En el segundo grupo se encuentran las Comunidades Autónomas que sufrirán la crisis de manera más moderada, aunque con una caída algo superior a la media del PIB a nivel nacional, y aquí están Cataluña, la Comunidad de Madrid y Asturias.
El tercer grupo, el que va en línea con la media nacional, es el de las Comunidades menos afectadas que viven más de actividades del sector primario y que dependen menos de la actividad económica dependiente del turismo.
Aquí se sitúan Extremadura, Castilla-La Mancha, Murcia y la Comunidad Foral de Navarra.
Otras regiones como Cantabria, País Vasco, Aragón, La Rioja, Comunitat Valenciana, Castilla y León, Andalucía y Galicia también quedan mejor que la media.
En el caso concreto de Cantabria, el PIB retrocedió hasta septiembre menos que la media nacional debido en gran parte a la sólida recuperación del sector servicios tras el confinamiento.
Cantabria es la segunda comunidad, después de Asturias, donde menos cayeron las pernoctaciones por el comportamiento positivo en julio y agosto gracias al turismo interior.
La caída esperada del PIB en el último trimestre es inferior a la media en tanto que las medidas de control de la segunda ola de la pandemia no son de las más severas.
Así, en el conjunto del año la economía cántabra se contraerá un 8,5%, según las estimaciones de Funcas.
En 2021 el rebote será del 4,1%, por debajo de la media, aunque el nivel de PIB se situará más cerca del previo a la crisis que la media nacional (-4,8% frente a -6,1%). El paro será del 13,2% en 2020 y bajará al 12,8% en 2021.
ANÁLISIS DE CANTABRIA
Tras experimentar un rebrote de la pandemia en la segunda mitad de agosto que posteriormente remitió, la siguiente ola se inició en octubre, alcanzando en noviembre una incidencia en su punto máximo de 530 casos acumulados en 14 días por cada 100.000 habitantes. Aunque ha sido una de las regiones con menor incidencia en su punto máximo, el descenso está siendo más lento.
Además, Cantabria presenta algunas ventajas estructurales para afrontar el impacto económico de la pandemia, aunque también sufre ciertas desventajas.
El peso de las actividades más afectadas por la misma es menor que la media nacional, pero el peso de los sectores menos afectados, que contribuyen a amortiguar el impacto de la crisis –servicios de las administraciones públicas, sector primario e industria de la alimentación– tampoco es, en su conjunto, especialmente elevado.
El Índice de Producción Industrial se ha situado la mayor parte del tiempo ligeramente por debajo de la media nacional y la caída hasta octubre, en comparación con el mismo periodo del año anterior, es algo mayor que la media española, un 11,9%.
Sus exportaciones han evolucionado algo mejor que la media nacional, con una caída hasta septiembre del 10,9%.
El capítulo de hierro y acero, que constituye una de las principales exportaciones de Cantabria, sufrió un importante descenso, aunque en parte fue contrarrestado por la positiva evolución de otro capítulo que concentra un importante porcentaje de sus exportaciones, el de «otros bienes de equipo».
El sector servicios experimentó una recuperación muy sólida después del confinamiento, de acuerdo con el índice de actividad en el sector, de modo que en septiembre se hallaba un 5,7% por debajo de los niveles previos a la crisis, frente a un 15% en el conjunto del país. Así, la caída acumulada hasta septiembre fue del 12,8%, sensiblemente por debajo de la media nacional.
Cantabria es la segunda comunidad donde menos han caído las pernoctaciones debido al positivo comportamiento de éstas durante los meses de julio y agosto gracias al sostén proporcionado por el turismo interior, que también ha tenido su reflejo en la relativamente favorable evolución de sus ventas minoristas.
Por otra parte, los indicadores sobre construcción –visados de nueva obra y afiliados a la seguridad social al sector– presentan una evolución algo peor que la media nacional.
Según los datos de afiliación a la Seguridad Social, el empleo ha caído menos en Cantabria que en el conjunto del país –un 1,7% frente a un 2%–, y el porcentaje de trabajadores afectados por Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) también ha sido inferior.
No obstante, la Encuesta de Población Activa ofrece datos discrepantes, con una caída del empleo muy superior –del 4,1% frente al 2,8% de media–, de modo que la tasa de paro en el tercer trimestre experimentó uno de los mayores incrementos en comparación con el mismo periodo del año anterior de toda España, hasta el 12%.
Los indicadores disponibles apuntan, en general, a un retroceso del PIB hasta septiembre inferior a la media nacional.
Por otra parte, las medidas de control de la segunda ola de la pandemia no se han encontrado entre las más severas, de modo que la caída esperada para el último trimestre será más moderada que la media. La tasa de crecimiento del PIB esperada para 2020 es un -8,5%.
Su crecimiento en 2021 será inferior a la media, debido al menor peso de los servicios más afectados por la crisis, que serán los sectores de mayor crecimiento en dicho año, y pese a disponer de un tejido productivo relativamente bien posicionado para aprovechar los fondos europeos. El resultado esperado es del 4,1%.
Aun así, su nivel de PIB se situará más cerca del previo a la crisis que la media nacional.
La tasa de desempleo prevista para 2020 es del 13,2%, con un incremento de 2,9 puntos porcentuales respecto a la de 2019. Después de los territorios insulares y junto a Madrid, la comunidad donde más se incrementa. La previsión de dicha tasa para 2021 es del 12,8%.