Funcas pide aprovechar el «gran viento de cola» de los fondos europeos para transformar la economía española
El director del área de Financiación y Digitalización de Funcas, Santiago Carbó, ha pedido este lunes que se aproveche el «gran viento de cola» de los fondos Next Generation EU para impulsar el crecimiento y la transformación de la economía española, un proceso en el que sector financiero «va a tener un papel muy importante».
Durante la presentación del estudio sobre Impacto económico y social del Sector CECA 2020 , Carbó ha defendido que dentro de cuatro o cinco años probablemente no haya los apoyos que está habiendo ahora, incluyendo la llegada de los fondos europeos y de la política monetaria articulada por el Banco Central Europeos, con tipos de interés negativos y programas de compras de activos.
Así, ha señalado que España es un país «que necesita tener un crecimiento por sí mismo», con un modelo o varios modelos de producción apoyados en actividades «de mayor valor añadido y con mayor productividad» y con reformas «que generen un entorno amigable para que la economía crezca».
En este sentido, Carbó ha considerado que los fondos Next Generation EU «van a venir muy bien», pero también ha indicado la importancia de que «se gaste bien, que haya proyectos de verdad, con contenido, no que tengan una utilidad muy limitada».
Para ello, ha resaltado el «papel muy importante» que tendrán las entidades financieras al ser «el gran canalizador de fondos» y al contar como elemento clave en la evaluación de riesgos.
Sobre la recuperación económica, ha señalado el «rompecabezas» que supone para los economías el contraste entre los datos del Producto Interior Bruto (PIB) y del empleo. Así, Funcas estima que España crecerá un 4,8% en 2021 y un 5,7% en 2022, mientras que a principios de año, y prácticamente hasta antes del verano, las previsiones estaban en torno a un 6% o un 7% de aumento del PIB con respecto a 2020.
Esta moderación en el crecimiento del PIB contrasta con la mejor evolución del empleo, ya que el número de ocupados creció un 1,3% en el tercer trimestre, mientras que el número de parados se redujo un 2,4%.
«El PIB no crece tanto y, sin embargo, el empleo se comporta muy bien», ha señalado Carbó al respecto, y ha sostenido que podría tratarse de un problema de pérdida de productividad. «Si la parte de cuanto producimos no crece tanto, pero el empleo se mantiene, parece que estuviéramos perdiendo productividad, algo que sorprende en un contexto en el que nos hemos digitalizado, teletrabajado, etc.», ha añadido.
EVOLUCIÓN DE LA INFLACIÓN
En cuanto a algunos de los riesgos para la economía española, Carbó ha explicado que los problemas de las cadenas de suministro se van a aliviar, mientras que la evolución de la inflación es de lo que hay que estar «muy pendientes», ya que se trata de una magnitud relacionada con las políticas de los bancos centrales.
En este sentido, ha señalado que parece que la economía mundial «entra en un entorno distinto», con mayor inflación, lo que llevará a una subida de tipos, como las anticipadas por la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) para 2022 o la aprobada por el Banco de Inglaterra.
Sin embargo, el Banco Central Europeo (BCE) se ha mostrado «con más cautela» lo que está motivando que los bancos centrales «se desacoplen». «Me preocupa que los tipos de interés en la eurozona tengan poco atractivo y no quiera venir el capital» en comparación con Estados Unidos, ha señalado Carbó, si bien no ha defendido que una subida de tipos «sea buena porque sí», al poder crear problemas relacionados con la deuda soberana.
«Me temo que, tarde o temprano, el BCE tendrá que plantearse cómo dejar de estar desacoplado. Ya en su reunión del jueves dijo que va a ralentizar y eliminar el programa de compras pandémicas en el primer trimestre, pero lógicamente, hará falta algo más, sobre todo si la Fed sube los tipos», ha señalado.