Funcas avisa de que la «compleja» puesta en marcha del plan para empresas podría retrasar la llegada de ayudas
Alemania y Francia destinan a ayudas directas 50.000 millones y 20.400 millones, respectivamente, frente a los 7.000 millones de España
Funcas ha advertido este martes de que la puesta en marcha del real decreto-ley de medidas extraordinarias de apoyo a la solvencia empresarial, más compleja que en los otros países, podría retrasar «significativamente» la llegada de las ayudas, además de plantear desafíos de gestión y de disparidad entre las comunidades autónomas.
En opinión del director de Coyuntura y Análisis Internacional de Funcas, Raymond Torres, las ayudas que establece el real decreto-ley son similares a las que se aplican en Alemania, Francia e Italia en cuanto al porcentaje de pérdidas que se compensan, aunque ha señalado que la normativa española llega «varios meses más tarde» que en los otros tres países y que su cobertura es «relativamente reducida», por aplicarse solo a los sectores más perjudicados por la pandemia.
Según explica en su informe, mientras que en Francia e Italia las solicitudes se realizan directamente desde el portal de la Agencia Tributaria -el ente encargado de conceder las ayudas- en Alemania y España la implementación corre a cargo de las administraciones regionales y, en el caso concreto de España, previa convocatoria en cada comunidad.
AYUDAS MÁS GENEROSAS EN ALEMANIA Y FRANCIA
Con diferencias en los plazos de implementación, en los criterios de concesión y en las cuantías de las ayudas, el coste estimado de las medidas refleja las características de los programas, cuyo diseño es más generoso en Alemania y Francia.
Así, el coste presupuestario de las ayudas directas en estos dos países asciende a 50.000 millones y 20.400 millones de euros, respectivamente, frente a los 11.000 millones en Italia y los 7.000 millones en España.
El sistema alemán es el más generoso de los cuatro examinados, especialmente en relación al tope de ayudas que se puede otorgar. Sin embargo, solo los costes fijos se tienen en cuenta para el cálculo de las prestaciones, frente a los otros tres países, que se basan en la pérdida total de facturación.
La cuantía de las ayudas es relativamente reducida en España en comparación con los otros tres países. Según refleja el informe de Funcas, solo se compensa entre el 20% y el 40% de los ingresos perdidos por las empresas de los sectores más afectados por la pandemia, frente al 20-60% en Italia y hasta el 100% en el caso de los pequeños negocios en Francia. La tasa de compensación puede llegar hasta el 90% en Alemania (si bien, como ya se ha mencionado, solo se aplica a los costes fijos).
Sin embargo, España es el único país que concede una prestación mínima de 4.000 euros para todas las empresas que cumplan los requisitos de concesión de las ayudas, una cuestión que podría favorecer en especial a los pequeños negocios.
Por su parte, cabe también resaltar que, en el caso de Francia, las empresas con una caída de facturación superior al 50% y que no se han visto afectadas por las restricciones de actividad ni forman parte de los sectores prioritarios (hostelería, etc.), pueden recibir una prestación global de 1.500 euros.
CRITERIOS DE CONCESIÓN DE LAS AYUDAS
En algunos países como Alemania y Francia las ayudas se empezaron a conceder a partir del otoño, en plena segunda ola, aunque el dispositivo se reservaba para aquellas empresas que se enfrentaban a una restricción administrativa de actividad.
Desde el inicio del año, sin embargo, las ayudas se han ampliado a todos los sectores. España e Italia han seguido los pasos, pero con una importante diferencia, ya que mientras que en Italia las ayudas se han generalizado al conjunto de la economía, al igual que ocurre en Alemania y Francia, en España se limitan a los sectores más perjudicados (comercio, hostelería, ocio, etc).
Por otra parte, la concesión de las ayudas depende de umbrales determinados por el porcentaje de ingresos perdidos por la crisis. En Alemania, España e Italia, solo los negocios que han reducido su facturación al menos un 30% con respecto a 2019 pueden solicitar las ayudas. En Francia los criterios son más permisivos, especialmente en los sectores más afectados por la crisis, que tienen derecho a una transferencia desde el primer euro perdido.
El requisito de viabilidad parece tener poco peso en todos los países, «tal vez porque no es fácil establecer criterios objetivos sin retrasar excesivamente la asignación de los recursos», según apunta el analista de Funcas.
Los gobiernos están sobre todo preocupados por limitar el desgaste del tejido productivo, aunque esto entrañe la perpetuación de algunos negocios inviables. En el caso de España, la normativa solo excluye de las ayudas a negocios que ya incurrían en pérdidas antes de la crisis. Y en Alemania, la evaluación del grado de viabilidad corre a cargo de los Länder.