Francia, Alemania e Italia reclaman el cese de las injerencias extranjeras en Libia
Los gobiernos de Francia, Alemania e Italia han unido sus voces para instar a los «actores internacionales» a «poner fin a toda injerencia» en Libia y respetar el embargo de armas aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU, ante el temor a un mayor deterioro de la situación por la implicación de fuerzas e intereses extranjeros.
Los tres países europeos temen que si no hay un alto el fuego «inmediato e incondicional» y no se frena la escalada militar, Libia termine convertida en el un tablero de juego con intereses que trasciendan sus fronteras. Por este motivo, han abogado por trabajar para que se pueda reanudar el diálogo y llegar a una pausa «sostenible y creíble» en los combates.
Los gobiernos francés, italiano y alemán consideran que este hipotético alto el fuego entre las fuerzas leales al Gobierno de unidad de Trípoli y las que apoyan a las autoridades del este, encabezadas por Jalifa Haftar, «es un elemento esencial para crear el clima necesario para la reanudación del diálogo político entre los libios», paso previo a la «resolución del conflicto».
En este sentido, han apuntado que la iniciativa planteada por Egipto a principios de mes es bienvenida, si bien han recordado que cualquier paso hacia la negociación «debe ser plenamente inclusivo» y tener en cuenta el marco del Proceso de Berlín, «que sigue siendo el único viable» para lograr la paz en Libia.
El Gobierno de unidad libio, auspiciado por Naciones Unidas, cuenta con el apoyo militar de Turquía, mientras que las fuerzas de Haftar han recibido apoyo de Egipto, Emiratos Árabes Unidos y mercenarios del Grupo Wagner, vinculado al presidente ruso, Vladimir Putin.