Foment del Treball advierte de un «debilitamiento» de la economía en los últimos meses de 2023
Prevé que el paro se estanque y que la inflación suba
BARCELONA, 27
Foment del Treball ha advertido que, durante los últimos meses del año, la economía catalana y del conjunto de España sufrirán un debilitamiento que se reflejará en un «estancamiento del paro».
Así lo han explicado el director de Estudios y Economía de Foment del Treball, Salvador Guillermo, y el presidente de la comisión de Economía y Fiscalidad, Valenti Pich, este miércoles en rueda de prensa para presentar su Informe de Coyuntura Económica del último trimestre de 2023.
Según la patronal, el enfriamiento de la economía también se verá reflejado en una menor capacidad de recaudación por parte de las administraciones, por lo que las obligará a ajustar el déficit público «por la parte de los gastos y no con los ingresos».
Además, la inflación registrará aumentos «apreciables» hasta diciembre, debido a la bajada del precio de los productos energéticos a finales de 2022.
La patronal ha coincidido con la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), que espera que el año cierre con un IPC del 4,8% y que en 2024 este sea del 2,1%.
Esta «inflación más persistente» obligará a los bancos centrales a tener unos tipos de interés altos o incluso incrementarlos.
La patronal ha analizado que las medidas que se deben tomar frente al debilitamiento de la economía española y catalana pasan por mejorar de la productividad y «reforzar la agenda económica y política».
INTERNACIONAL
Foment también ha recordado las previsiones de los principales organismos internacionales, que apuntan que durante los últimos meses de 2023 habrá «menos actividad comercial y una inflación menor», pero aun en niveles relativamente elevados.
También ha señalado que el crecimiento del precio del petróleo a nivel mundial condicionará el ciclo de endurecimiento de la política monetaria.
ANÁLISIS
Durante el período analizado por la patronal, se han mantenido las horas trabajadas y el mercado de trabajo ha mostrado «indicadores todavía resilientes en términos de empleo y afiliación».
La morosidad bancaria se ha mantenido «en mínimos», pero ha aumentado el coste de crédito y han caído los préstamos a los hogares españoles.
La tendencia general de la inflación ha sido descendente, aunque la subyacente ha estado en niveles elevados, y los ingresos por recaudación han subido «debido al incremento de las rentas nominales por la inflación» y a los impuestos al sector energético y bancario.
Con todo, España ha registrado «una desaceleración de la economía, en especial del consumo privado y las exportaciones».
Se ha reducido la aportación de la demanda exterior, «con un estancamiento de la industria y una desaceleración de los servicios», aunque en Catalunya estos sectores han subido.