Fitch mantiene el rating de Abertis en el grado de inversión, pero con perspectiva negativa
Baja la perspectiva de su accionista de control, Atlantia, por la «incertidumbre» en torno a su relación con su socio, ACS
Fitch ha mantenido sin cambios la calificación crediticia de Abertis en BBB , dentro del grado de inversión, aunque con una perspectiva negativa debido a la baja visibilidad que todavía existe respecto a la recuperación del tráfico en las autopistas.
La agencia calificadora ha resaltado en un informe algunos aspectos positivos de la concesionaria española, como su alto grado de diversificación geográfica o la madurez de sus activos más importantes, para mantener a la compañía dentro del grado de inversión como emisor de deuda a largo plazo.
No obstante, la contracción generalizada de la economía respecto a las previsiones realizadas el año pasado sugiere cierta incertidumbre en cuanto a que la recuperación de la movilidad de las personas vaya a ser igualmente menor a la esperada.
Fitch también ha destacado la baja visibilidad de la política de dividendos para 2023 y el alto grado de apalancamiento de Abertis, al mismo tiempo que ha hecho alusión a la relación por la que actualmente están pasando sus dos principales accionistas, la italiana Atlantia, con el 50% más una acción del capital, y la española ACS, con el 50% menos una acción.
En concreto, ha rebajado la perspectiva de Atlantia a negativa por dos razones relacionadas con esta batalla entre accionistas. Por un lado, por la baja visibilidad que la OPA anunciada por la familia Benetton sobre Atlantia aporta al futuro de Abertis y, por otro, por la «incertidumbre» respecto a la relación entre ambos accionistas.
En concreto, la agencia duda de cómo Atlantia será capaz de financiar al estrategia de crecimiento de Abertis si la caja procedente de la venta de ASPI (las autopistas italianas vendidas al Gobierno de ese país) es utilizada para la OPA.
Asimismo, ha tomado en consideración la evolución de las relaciones entre Atlantia y ACS, toda vez que esta OPA es una respuesta al interés que mostró la española por comprar el negocio concesional de la italiana, incluido el de Abertis que todavía no controla.