Filipinas/China.- Filipinas acusa a China de dañar un buque con cañones de agua en el mar de China Meridional
Manila afirma que sus buques participaban en «una patrulla marítima legítima» y Pekín defiende su intervención en Scarborough
Las autoridades de Filipinas han acusado este martes a China de causar daños a un buque de su Guardia Costera tras emplear cañones de agua en una zona en disputa en el mar de China Meridional, una acción defendida por Pekín, que argumenta que las embarcaciones entraron en sus aguas territoriales.
El portavoz de la Guardia Costera de Filipinas para el mar de Filipinas Occidental –nombre oficial que da Manila a las zonas del mar de China Meridional que considera parte de su territorio–, Jay Tarriela, ha indicado que dos embarcaciones filipinas participaban en «una patrulla marítima legítima» cerca del banco de arena Bajo de Masinloc, también conocido como Scarborough.
Así, ha detallado en un comunicado publicado en su cuenta en la red social X que en la patrulla participaban el BRP Bagacay , de la Guardia Costera, y el BRP Bankaw , de la Oficina de Pesca y Recursos Acuáticos, cuyo objetivo era «distribuir combustible y suministros alimenticios» a los pescadores que se encuentran faenando en la zona.
«Durante la patrulla, los buques filipinos hicieron frente a maniobras peligrosas y obstrucciones por parte de cuatro buques de la Guardia Costera China y seis buques de la Milicia Marítima China», ha manifestado, antes de agregar que uno de ellos usó un cañón de agua contra el BRP Bankaw , «alcanzándolo directamente».
Tarriela ha señalado que, posteriormente, el buque de la Guardia Costera fue igualmente alcanzado por cañones de agua, lo que provocó daños materiales en la embarcación. «Estos daños sirven como prueba de la fuerza de la presión del agua usada por la Guardia Costera china en su acoso a los buques filipinos», ha denunciado.
«Es importante reseñar que la Guardia Costera china ha instalado de nuevo una barrera flotante de 380 metros que cubre toda la entrada al banco de arena, limitando de forma efectiva su acceso a la zona», ha indicado, al tiempo que ha subrayado que, «pese al acoso y las acciones provocativas» de Pekín, ambos buques filipinos «continuaron su patrulla».
«No fueron disuadidos y seguirán llevando a cabo sus operaciones legítimas para apoyar a los pescadores filipinas y garantizar su seguridad», ha zanjado Tarriela tras el incidente en la zona, escenario de un repunte de las tensiones bilaterales durante los últimos meses.
Por su parte, la Guardia Costera china ha dicho en un breve comunicado publicado en su página web que «expulsó» de la zona a «un buque de la Guardia Costera y un buque gubernamental de Filipinas por irrumpir en aguas adyacentes a la isla de Huangyan –nombre que da China a Scarborough–, en línea con la ley».
Posteriormente, Lin Jian, portavoz del Ministerio de Exteriores chino, ha reiterado que «la isla Huangyan es territorio inherente de China» y ha agregado que los buques filipinos «irrumpieron» en sus aguas «sin consentimiento» de Pekín, «violando gravemente su soberanía».
«La Guardia Costera china adoptará las medidas necesarias para alejarlos de forma decidida, en línea con la ley», ha subrayado, antes de pedir a Manila que «detenga inmediatamente estas violaciones y acciones provocativas» y que «no desafíe la firme determinación de China para salvaguardar su soberanía».
El Tribunal Permanente de Arbitraje falló en 2016 a favor de Filipinas y rechazó las reivindicaciones de China sobre las aguas de la zona. Además, la corte determinó que Pekín se comportó de forma «ilegal» y que carece de «derechos históricos» a los que agarrarse para reclamar su soberanía, una postura que ha sido duramente rechazada por las autoridades del gigante asiático.
El Gobierno chino ha ofrecido a Filipinas la posibilidad de ignorar el fallo de la citada corte para realizar perforaciones conjuntas en la zona, mientras que Manila ha argumentado en varias ocasiones que ninguna de las islas o arrecifes de las islas Spratly, también en el mar de China Meridional, son lo suficientemente grandes como para garantizar una zona económica exclusiva (ZEE) de hasta 200 millas náuticas para China.
En cambio, en el caso del citado banco de arena, alega que está incluida dentro de la ZEE correspondiente a la isla filipina de Luzón y, por lo tanto, pertenece a Filipinas. Además de Filipinas, Brunéi, China, Malasia, Taiwán y Vietnam reivindican la soberanía en algunas zonas del mar de China Meridional.