Fidelity prevé una recesión cíclica como escenario más probable para 2024
La gestora Fidelity ha presentado este martes en un encuentro con los medios sus perspectivas de mercado de cara al próximo año y ha señalado que, en su escenario base -al que otorga un 60% de probabilidad-, prevé una recesión cíclica que se traduciría en una contracción económica moderada seguida de un regreso al crecimiento a finales del ejercicio o comienzos de 2025.
La firma ha concretado que en este modelo la inflación seguiría siendo elevada durante algún tiempo antes de regresar al objetivo, de tal modo que los tipos de interés se mantendrían más altos durante un periodo más prolongado, momento entonces en el que los bancos centrales orientarían su política monetaria para recortar los tipos.
Pese a ese contexto, desde Fidelity han señalado que los inversores no deberían rechazar tener en cartera determinadas inversiones en renta variable, dado que los mercados prevén una recuperación económica a finales de año, aunque sí deberían ser más cautos respecto a los valores de pequeña capitalización o las empresas con ventas discrecionales.
Con todo, sí han observado un filón en las acciones estadounidenses y, en concreto, en los valores de mediana capitalización, que «parecen atractivos», junto con gran parte del S&P 500 que no se ha sumado a la trayectoria que han mostrado este año los siete magníficos (Alphabet, Amazon, Apple, Meta, Microsoft, Nvidia y Tesla) y que cuentan ahora con «valoraciones razonables».
También han precisado, del lado bursátil, que «convendría buscar valores baratos en mercados como Europa y Japón, donde las valoraciones están lejos de descontar cualquier tipo de recesión», en tanto que, por la previsión macro que manejan, apuntan que se revisarán a la baja las previsiones actuales de beneficios.
En esencia, se centran en «valores de alta calidad con baja sensibilidad al ciclo económico, ingresos recurrentes y un buen poder de fijación de precios».
En una recesión cíclica serían cautos en relación con los valores cíclicos europeos como la industria, han apuntado, pero esperarían encontrar oportunidades en el sector financiero, que presenta una valoración atractiva; asimismo, los valores que se asemejan a bonos, como los de servicios públicos, consumo básico y atención sanitaria, también lo suelen hacer bien en una recesión cíclica, han agregado.
Del lado de la renta fija, desde la entidad optan por la deuda corporativa de alta calidad por los posibles escenarios de recesión, puesto que las inquietudes relacionadas con las refinanciaciones alimentan la hipótesis de una preferencia por la deuda corporativa investment grade y los emisores high yield con calificaciones más altas.
La alta calidad, en el lado corporativo, se hallaría en las empresas de sectores defensivos con modelos de negocio con pocas necesidades de inversión y una elevada visibilidad en sus beneficios, así como balances sólidos.
Asimismo, por la premisa de una recesión cíclica y una inflación más persistente, ven preferible los bonos indexados a la inflación (que ofrecen «rendimientos reales») frente a los títulos nominales, mientras que, a su vez, si las curvas de rendimientos permanecen invertidas en todas las grandes monedas, añadirían los fondos monetarios como alternativa para los inversores más cautelosos, ya que ofrecen rendimientos más elevados que la deuda pública.
Por otra parte, han apuntado que tomarían posiciones largas en determinados mercados emergentes en cualquier escenario por las valoraciones atractivas y los ciclos económicos particulares, aunque también irían ajustando preferencias a medida que el escenario se materialice; por ejemplo, en una recesión, la India e Indonesia son mercados con rasgos defensivos que están menos vinculados al ciclo mundial.
También se decantarían por algunos bonos de los mercados emergentes en moneda nacional (con coberturas cambiarias) a medida que desciendan los tipos, pero siempre que la solvencia de los grandes mercados emergentes no se vea afectada por inquietudes en torno al crecimiento económico.
Finalmente, en este escenario, ven también oportunidades en el segmento inmobiliario, ya que una recesión cíclica crearía una «zona ideal» para la inversión en estos activos, en tanto que un «poco de inflación» es positiva para los inmuebles.
Por otra parte, si bien este es el escenario principal que manejan desde la firma, también han construido modelos de previsión, con sus respectivas estrategias de mercado, en supuestos como un escenario de aterrizaje suave (al que otorgan un 20% de probabilidad), una recesión de balance (con un 10% de probabilidad) y un escenario sin aterrizaje (10% de probabilidad).