FIAB pide que se impida la venta a pérdidas y se incrementen las sanciones contra esta práctica «perjudicial»

Considera que el incremento de la fiscalidad en cualquier modalidad tendría un «impacto muy importante» en la economía y en el sector

La Federación Española de Industria de la Alimentación y Bebidas (FIAB) ha instado a los representantes de los partidos políticos que se impida la venta a pérdidas y se incrementen las sanciones contra esta práctica que es «muy perjudicial» para la industria española.

«No queremos una legislación proteccionista, pero sí asegurar su rentabilidad y la competitividad de toda la cadena alimentaria a través de prácticas honestas y leales. Por ello es necesario modificar la legislación para incrementar las sanciones y evitar el uso de esta práctica», ha asegurado el director general de FIAB, Mauricio García de Quevedo, en su comparecencia ante la Comisión de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del Congreso de los Diputados.

El director general de FIAB ha recordado que la venta a pérdidas es una acción clara de «competencia desleal» que crea confusión en el consumidor, además de perjudicar seriamente a la producción, a la industria y a la generación de empleo, sin un beneficio para el consumidor.

García de Quevedo también ha advertido a los diputados de que cualquier incremento en la fiscalidad en cualquier modalidad tendría un «impacto muy importante que afectaría al empleo e impactaría en la economía». «Somos unos firmes convencidos de que la política fiscal tiene que ir ligada a la realidad económica del país», ha indicado.

Respecto al impuesto sobre el azúcar a las bebidas refrescantes de Cataluña, el director general ha reiterado que es «discriminatorio y regresivo». «Estamos en contra de ese impuesto y lo hemos recurrido toda la cadena agroalimentaria porque entendemos que no es correcto», ha asegurado.

Por otro lado, el director general ha apostado por la defensa de la unidad de mercado, que es de «vital importancia» para la industria y por la «importancia de evitar iniciativas legislativas de algunas comunidades autónomas que rompen esta unidad, así como otras desarrolladas por estados miembros de la UE, donde se dirige el 70% de las exportaciones agroalimentarias españolas».

Así, ha subrayado que el sector cuenta con dos retos importantes para su competitividad a nivel internacional como es el Brexit y la política arancelaria de Estados Unidos hacia productos españoles como la aceituna de mesa, que pone «en peligro la filosofía» de la PAC. «Tenemos que ser contundentes con ambos países para no ver alterado nuestro nivel de competitividad global», ha asegurado, advirtiendo de que Estados Unidos podría poner más aranceles a productos nacionales como el aceite de oliva.

El directivo ha destacado que la Ley de la Cadena Alimentaria ha supuesto un «hito histórico» en la industria agroaliamentaria española que permite equilibrar y mejorar su funcionamiento, mientras que ha insistido en la necesidad de fomentar la adhesión de la distribución al Código de Buenas Prácticas Mercantiles para que ésta «sea más efectiva».

García de Quevedo considera «imprescindible» la adopción de medidas que promuevan la competitividad y la eficiencia del sector y que mejoren el funcionamiento de la cadena, teniendo en consideración a la industria, que transforma más del 70% de la producción agraria nacional.

Por último, apuesta por implicar a todos los grupos políticos en la lucha contra la desinformación y los falsos mitos sobre la alimentación. «Los bulos y los ataques injustificados al sector producen una alarma social injustificada y desprestigian a una industria estratégica que da empleo a más de medio millón de personas», ha subrayado.