Feníe Energía denuncia que el tope al gas distorsiona el mercado y castiga a las pequeñas comercializadoras
La comercializadora independiente Feníe Energía ha denunciado este jueves que la medida para topar el precio del gas con el que se genera electricidad adoptada tanto en España como en Portugal puede distorsionar el mercado, castigar a las pequeñas comercializadoras y reforzar así el dominio de las grandes compañías eléctricas.
En un comunicado, la empresa defiende la necesidad de un mecanismo para topar el «desmesurado precio del gas» y reducir así el importe de la factura de la luz, pero considera que el procedimiento establecido por el Gobierno «genera un altísimo nivel de incertidumbre» y «perjudicará también gravemente la competencia y, en definitiva, a la capacidad de libre elección de los consumidores».
La nueva norma establece que los clientes con precio asociado al mercado mayorista (tanto del mercado regulado, como del libre) paguen «prácticamente toda la compensación al gas», argumenta Feníe.
«Por las complejidades del mecanismo, todavía no está claro si los consumidores con contratos de precio fijo se verán mínimamente afectados o no. En la diferenciación entre estos dos tipos de clientes radica el principal problema de esta norma, que va a generar dos efectos adversos», ha agregado.
La comercializadora también ha criticado que la reducción de precios que se esperaba lograr con esta medida «va a ser menor de la prevista» porque el coste de la compensación al gas lo pagan «solo ellos y no todos los consumidores».
«Por otra parte, y más grave aún, las grandes eléctricas, que venden la electricidad a sus propias comercializadoras intragrupo a precio inferior al del mercado mayorista (lo que les permite tener casi todos sus contratos a precio fijo) quedarán en gran parte excluidas de tener que abonar compensación alguna», ha valorado.
Otra de las cuestiones que denuncia Feníe es que la exención de parte del pago al gas no se hará sobre la electricidad finalmente consumida y pagada por los clientes finales, sino por la cantidad de energía previamente comprada por las comercializadoras para los próximos 12 meses.
«De forma que si una compañía puede presentar una gran cantidad de energía adquirida previamente (como solo pueden hacer las del oligopolio) tendrá una gran exención que se mantendrá incluso aunque sus clientes se vayan a otra compañía y no consuman esa energía en concreto. Teniendo en cuenta que los cambios de compañía son habituales, el resultado será que las grandes podrán disponer de un remanente muy grande de energía exenta de pagar la compensación al gas, ganando así una posición competitiva que ningún otro agente del mercado podrá tener», opina la comercializadora.
ALTERNATIVAS
Feníe entiende que aún es posible limitar el alcance de los «daños» y propone una actualización mensual de la energía de cada comercializadora que quede exenta de pago para que así se ajuste mejor a la realmente vendida a los consumidores finales.
Otras vías que estima oportunas es la materialización de la rebaja de las garantías para operar que se exigen a las comercializadoras independientes y, sobre todo, que se celebren las subastas de energía previstas en las que las grandes eléctricas deberán poner en el mercado libre al menos el 25% de su energía barata que ahora reservan para sus propias comercializadoras.