Feijóo y equipo ya marcan distancia con Mazón pero no se plantean forzar ahora su relevo pese a la presión interna
En las filas del PP admiten su «hartazgo» con el hecho de que el presidente de la Generalitat acapare el foco mediático todos los días
La cúpula del PP que dirige Alberto Núñez Feijóo ha empezado a marcar distancia con el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, tras sus «cambios de versión» con la gestión de la dana y el «contundente» auto de la jueza de Catarroja, que cuestiona la actuación del Govern valenciano al subrayar que «correspondía a las autoridades autonómicas alertar a la población».
Sin embargo, el presidente del PP y su equipo no se plantean en este momento forzar la salida de Mazón pese al creciente malestar interno dentro del Partido Popular, donde no ocultan su «hartazgo» con el hecho de que la gestión del presidente valenciano monopolice la actualidad política.
«Hay que aprender a aguantar la presión», ha indicado a Europa Press un miembro de la dirección nacional del PP, que se ha quejado de que el foco mediático esté en Mazón cuando «no está imputado» y el Gobierno de Pedro Sánchez está «cercado por los casos de corrupción», con «un fiscal general del Estado investigado».
Otras fuentes de la cúpula del PP han reconocido que los últimos acontecimientos –entre ellos el auto de la jueza desmontando el relato de la Generalitat– impiden un respaldo cerrado de Feijóo a su barón autonómico. «No puede agarrarlo del brazo. Está achicharrado», han añadido.
LA «ENCRUCIJADA» DE FEIJÓO
No obstante, fuentes del PP consideran que Feijóo no tiene en este momento demasiado margen para actuar porque no puede hacer «un movimiento» en Valencia para forzar la salida de Mazón «sin tener el recambio organizado». «Es una encrucijada», ha resumido un alto cargo del PP.
Además, las mismas fuentes han advertido de que apostar por la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, tiene sus riesgos porque supondría un «agujero» en el ayuntamiento de la ciudad, donde el PP acaba de quedarse en minoría.
En las filas del PP han recordado también que cualquier movimiento para sustituir a Mazón requeriría el apoyo de Vox, un partido que en este momento está «cómodo en el desgaste» al presidente de la Generalitat, según fuentes del partido.
Pese al malestar interno, varios cargos del partido consultados por Europa Press consideran que Feijóo debe resistir la presión porque Mazón «ni siquiera está imputado». «Hay que aguantar el chaparrón», ha resumido un cargo valenciano.
Otras fuentes advierten que cualquier movimiento ahora también supondría dar oxígeno al PSOE y Compromís, tras sus reiteradas peticiones de que Mazón dimita. Por lo pronto, este miércoles la ministra y líder del PSPV, Diana Morant, ha urgido al presidente de la Generalitat a adelantar elecciones en la región. «Las urnas son la única salida», ha proclamado.
UN APOYO CADA VEZ MÁS TIBIO
Tras las inundaciones del 29 de octubre, tanto Feijóo como miembros de la dirección de PP visualizaron un apoyo cerrado a Mazón, destacando en cada intervención pública que «ha dado la cara» desde el primer momento y ha vinculado «su futuro político a la reconstrucción», en contraposición a la «deslealtad» del Gobierno de Pedro Sánchez por «usar el dolor para hacer política».
Con el paso del tiempo y conforme avanza la investigación judicial, el respaldo al presidente de la Generalitat ha pasado a ser más tibio. Hace unas semanas, Feijóo llegó a admitir que Mazón estuvo «noqueado» tras la dana y, más recientemente aseguró públicamente que ni la Generalitat ni el Gobierno de Sánchez habían «estado a la altura».
Este lunes la jueza que instruye la causa imputó a la exconsellera Salomé Pradas, en un auto en el que abrió la puerta a que Mazón declarara voluntariamente, dada su condición de aforado. Sin embargo, el presidente de la Generalitat ha descartado esa declaración en este momento.
FEIJÓO ESQUIVA LAS PREGUNTAS SOBRE MAZÓN
Este miércoles, Feijóo ha esquivado las preguntas sobre Mazón cuando los periodistas le han interpelado por este asunto tras asistir a la protesta de policías y guardias civiles a las puertas del Congreso contra la «cesión» de la competencia de inmigración a la Generalitat de Cataluña.
Al ser preguntado en tres ocasiones si mantiene el apoyo en Mazón, el presidente del PP se ha limitado a responder que «está con la Policía y la Guardia Civil», que han venido al Congreso a «reivindicar la seguridad nacional, su profesionalidad y su compromiso con la soberanía nacional de nuestro país».
Génova ha dejado la valoración sobre Mazón a la vicesecretaria de Sanidad y Educación del PP, Ester Muñoz, que ha actuado este miércoles como portavoz del partido. «Desde ayer hasta hoy no ha cambiado absolutamente nada», ha declarado, al ser preguntada expresamente si el PP nacional considera que el presidente valenciano debe seguir al frente de la Generalitat o su situación es insostenible tras ese auto de la jueza.
Las declaraciones de Muñoz se han producido un día en el que el foco mediático vuelve a estar sobre el presidente de la Generalitat. Así, el diario ABC ha publicado un duro editorial titulado Mazón debe irse ya que concluye asegurando que mantenerlo en el poder «desde luego resulta un grave error y aboca a una profundización de la crisis con un líder débil».
«NADA HA CAMBIADO»
En una comparecencia en el Congreso, Muñoz se ha remitido a las declaraciones que este lunes ya expresó el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Miguel Tellado, quien dijo que Mazón está «volcado en la recuperación» tras la dana y recalcó que el auto de la jueza que investiga las inundaciones «no le afecta».
Al ser preguntada de nuevo si cree que la situación de Mazón está lastrando al Partido Popular de Feijóo, Muñoz ha insistido en que su partido «lo que considera es que nada ha cambiado». «Nosotros respetamos los procedimientos judiciales, nosotros no acusamos de lawfare a todos aquellos jueces que hacen su trabajo con libertad, como hace el Gobierno de España», ha aseverado.
Es más, la diputada del PP ha recalcado que «lo que lastra la estabilidad» y «la credibilidad de las instituciones» en España es «tener a un fiscal general del Estado imputado» y «que se ha descubierto que borraba pruebas».
De la misma manera, ha indicado que «lo que lastra la credibilidad de las instituciones» es «tener un presidente del Gobierno que tiene a su mujer imputada por varios delitos», «un ministro de Justicia que va a tener que declarar por todos esos casos ante el juez» o tener al hermano del presidente del Gobierno «imputado».