Feijóo, con Aznar y Rajoy de «referentes», pide remar juntos en un PP que «salga a ganar»: «Si sumamos, podemos»
Proclama que el PP «no es un partido confederal» e identifica «servir a España» con «querer» al país y que «se te erice la piel» al oír el himno
SEVILLA, 2
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha señalado a los expresidentes Mariano Rajoy y José María Aznar como sus «referentes» y «ayudas imprescindibles» en un primer discurso como presidente de los populares en el que ha apelado a la unidad y a renunciar a «aspiraciones pequeñas» para «salir a ganar». «Si sumamos, podemos», ha proclamado.
Entre gritos de «presidente», Feijóo ha tenido que esperar a que los miembros de la delegación gallega, desde el plenario, dejasen de entonar A Rianxeira para poder iniciar su primer discurso como líder del PP de España, tras ser ratificado con el apoyo del 98,35% de los votos válidos emitidos en el XX Congreso Extraordinario, un punto que supone solo «el inicio» porque su meta es –ha reiterado– «ganar» a Pedro Sánchez y gobernar.
«Gracias por elegirme presidente del PP pero esta elección solo es el principio porque lo importante de verdad ahora es seguir juntos para que los españoles nos elijan para gobernar su futuro. Gracias a todos de corazón», ha proclamado, para hacer una mención especial a la dirección saliente y a su «amigo» Pablo Casado.
Interrumpido en numerosas ocasiones por los suyos, Feijóo ha aprovechado para avanzar cómo entiende su agenda de trabajo, cuál será su relación con el Gobierno, pero también para definir la «guía» del partido que quiere: un PP «único» que defiende la nación española, y en el que ha pedido «sumar, sumar y sumar», tras renegar de los carnés.
Feijóo ha reconocido a Rajoy y Aznar como sus «referentes» políticos, y ha rememorado su trayectoria, con el foco en su paso por Correos y el Insalud con José María Aznar en La Moncloa, y también su etapa de gestión de la mano de Manuel Fraga en la Xunta. Todos sus primeros años de «servidor público», ha subrayado, trabajó para Gobiernos del PP «sin afiliarse».
«Ni Fraga ni Aznar me pidieron el carné del PP para darme responsabilidades en un Gobierno del PP», ha proclamado, para defender que él dio el paso «por convicción» tras comprobar que era el partido que defendía «unos servicios públicos eficaces».
«Esos son los buenos, los capaces de hacer más con menos, no los que gastan a tope sino los que gestionan a tope», ha defendido, antes de ratificar cuál será su máxima para el partido: no pedirá carnés como a él no se los pidieron en su día. «Hay que afiliarse al PP por convicción, no por interés», ha sentenciado.
«EL PP NO ES UN PARTIDO CONFEDERAL»
«Y después de estos 20 años afiliado al PP he descubierto lo que somos: un partido de gobierno», ha aseverado, antes de reivindicar la «moderación» y «tender puentes» a quienes piensan diferente, para construir un partido que no se centre en «destruirlo todo» sino en construir.
«Somos un partido que redactó la Constitución. Hemos nacido para redactarla, cumplirla y defenderla. Somos el partido más constitucionalista de España, no somos independentistas, ni somos nacionalistas, ni condescendientes con el independentismo. Somos el partido que defiende la España de las autonomías, de la unidad en la diversidad», ha definido.
Y ha continuado con su visión del PP como formación que «cree en los partidos autonómicos» pero que también sabe que «no es un partido confederal». «El PP es un partido nacional, único, autonomista y que defiende la nación española. Por supuesto que sí», ha proclamado, para añadir que tambiés es una formación que, frente a los anti europeos, lucha por mantener una UE «libre y fuerte».
También ha identificado al PP como el partido de los españoles que desean «avanzar en la igualdad, sin demagogias, sin caminos cortos, ni trampas», y ha rechazado el «empeño» en poner etiquetas. «No somos un partido urbanita, ni rural. Somos el partido de toda España, de todos los lugares de España porque en todos hay un militante del PP», ha identificado.
Sin revisionismo constante, sí ha defendido ser autocrítico y ha contrapuesto la historia de un partido que supera los 40 años con otros que «no han existido 40 meses». «Nosotros, cuarenta y pico años después, seguimos de pie como una roca», ha arengado, con la impresión de que lo seguirá siendo si «dentro de 25 años» le invitan a él a un cónclave similar a este.
«ENSANCHAR» EL PARTIDO Y «SUMAR, SUMAR, SUMAR»
Tras esta definición de principios, se ha reafirmado en una idea que ya lanzó en la pasada jornada, cuando reivindicó un PP de mayorías «contundentes». Y ha insistido en que el PP es un partido que debe aspirar a ser «un partido de mayorías», a obtener, si es posible, «una gran mayoría» que le permita gobernar. «Es el partido que gana, el que quiere ganar y después gobernar», ha dicho.
Y ha rememorado el legado de Fraga para apostar por «ensanchar» el partido como le vio hacer al presidente fundador. «Sumar, sumar, sumar», ha recetado, para reafirmar su vocación «integradora y amplia» con una pregunta teórica: «¿Es que acaso se puede hacer algo restando, fracturando o dividiendo?».
Y ha abogado por huir del enfrentamiento y no «despistarse» en los objetivos porque el objetivo del PP, ha afirmado, no debe ser «liderar un bloque de unos partidos contra otros», sino «gobernar con una mayoría de españoles». «Si es posible, con una gran mayoría», ha recalcado, al tiempo que ha pedido «sosiego» en la oposición y ha reprobado «el entretenimiento infantil en el que se ha convertido la política española».
«QUE SE TE ERICE LA PIEL CUANDO OYES EL HIMNO»
Feijóo ha admitido la «tristeza» y la «renuncia» que le supone dejar Galicia y el Gobierno en el que los gallegos le han situado con su cuarta mayoría absoluta consecutiva y después de 13 años al frente de la Xunta. Si lo hace, ha remarcado que no lo da el paso para «presentarse a un juego», sino para hacer «una política seria». «Si no, no hubiera venido», ha apostillado.
Ha añadido que da el paso con ilusión y esperanza porque cree en España, quiere ofrecer un Gobierno «mejor» y está «orgulloso de ser español». «Quien quiera servir a España debe querer a España, que se te erice la piel cuando oyes el Himno de España», ha ejemplificado, antes de rechazar quien sirve «desde el desdén» o «debilitando las instituciones».
En este punto, ha proclamado el «respeto» a la soberanía de España y que la «integridad» de la nación «es innegociable», y ha afirmado que «respeta al jefe del Estado», el Rey Felipe VI, y reivindica «las aportaciones a la nación» de la institución «sin ninguna duda, matiz ni enmienda». «Acabo de comunicar a la Casa Real que me habéis elegido presidente del PP de España, para mí es un honor», ha confirmado.
«UN TÍO CON 60 AÑOS CUMPLIDOS NO ESTÁ PARA BROMAS»
En la definición de su «agenda de trabajo», Feijóo ha incluido su respeto a las familias, «en primer lugar a las numerosas», pero también al resto. «Yo no soy nadie para juzgar a nadie», ha alegado un líder popular que también «respeta» la cultura y las lenguas «que se hablan en España».
«Creo en la lengua común de todos los españoles y creo en todas las lenguas que se hablan en España», ha advertido, antes de remarcar que, en el proyecto también dejará su impronta personal, ya que no es «nuevo» y tiene su propia «personalidad» forjada en la «experiencia, asunción de responsabilidades y toma de decisiones».
«Trato de aprender cada día, pero hay cosas que no voy a hacer», ha anticipado y ha concluido que «un tío que ya ha cumplido 60 años», como es su caso, «no está para bromas».