Feijóo busca rebajar tensión ante su sucesión sin cerrar vías, aunque recuerda que no tocaría congreso «hasta 2025»

Remarca la «actitud impecable» de sus compañeros y pone por delante de cualquier planteamiento personal «garantizar la estabilidad» en la Xunta

A CORUÑA, 7

El presidente de la Xunta y líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha admitido este viernes que ya ha mantenido conversaciones e incluso reuniones con dirigentes del PPdeG y presidentes provinciales del partido en aras de escuchar sus propuestas para encarrilar su relevo en Galicia en una doble vertiente: la institucional y la orgánica.

Y, tras unos días en los que han empezado a aflorar las primeras discrepancias públicas en cuanto a las fórmulas y los tiempos para el relevo gallego –los líderes provinciales de Ourense, Manuel Baltar, y A Coruña, Diego Calvo, han pedido un congreso extraordinario–, lejos de caldear los ánimos, Feijóo ha defendido que «la actitud de todos los miembros del PPdeG está siendo impecable».

«Quiero trasladar que sigo muy satisfecho con mi equipo, que seguirá siendo mi equipo porque, aunque dirija el PP nacional, al final seguiré siendo militante del PPdeG. Y voy a seguir hablando con ellos porque me siento uno más del equipo de la Xunta, por lo menos hasta que finalice la legislatura», ha sentenciado, en la rueda de prensa posterior al Consello, que este viernes se ha reunido en A Coruña.

Baltar fue el primer presidente provincial, ya antes de la cita de Sevilla en la que Feijóo fue aclamado como jefe de filas nacional, en apuntar que el vicepresidente primero de la Xunta y líder provincial del PP de Pontevedra, Alfonso Rueda, era el relevo lógico en el Ejecutivo autonómico, aunque con un pero : dio a entender que lo sería de forma transitoria y pidió un congreso para designar candidato en 2024.

A la vuelta de Sevilla, Calvo reivindicó también un congreso «pronto» y, a pesar de que internamente hay pocas dudas de que Rueda es el mejor situado para dirigir la Xunta, evitó valorarlo como opción. Tanto el propio Rueda como la líder provincial del PP de Lugo, Elena Candia, han optado por callar y apelar a hablar «internamente», y el dirigente pontevedrés ha apuntado reiteradamente a que habrá un acuerdo.

«MANDATO HASTA 2025»

Y es que la convocatoria de un congreso extraordinario no es la única vía que contemplan los Estatutos populares para ratificar al nuevo presidente del partido –que ahora dirige temporalmente el secretario general, Miguel Tellado, a quien Feijóo también ha puesto al frente de Organización en Génova–. Hay la opción de que el Comité Ejecutivo renovado el pasado verano cierre una propuesta, que valide la Junta Directiva, máximo órgano del partido entre congresos.

Este viernes Feijóo ha evitado decantarse por una de las dos vías y ha subrayado que «las dos opciones son perfectamente válidas», por lo que hablará con los presidentes provinciales «para ver qué opinan» –con algunos ya se ha reunido y los prevé escuchar a todos–.

En todo caso, ha insistido en que la actual dirección fue renovada en julio de 2021 en un congreso que fue aplazado por la pandemia y que «hasta 2025 tendría mandato».

UN RELEVO «ORDENADO Y RÁPIDO»

En su intervención, el presidente gallego ha trasladado un mensaje conciliador y ha puesto en valor «la colaboración» de los suyos en una transición «repentina», pero que a pesar de todo es «una transición –ha defendido– llena de tranquilidad y de normalidad democrática».

Así, ha destacado la «profesionalidad» de los miembros de su Gobierno, pero también la actuación de los populares, y ha esgrimido que «las cosas están yendo con normalidad». «Me siento muy orgulloso de todos ellos, su actitud no puede ser más generosa e institucional», ha esgrimido.

Al tiempo, sin dar por cerrada fórmula alguna, ha insistido en que el relevo se hará «siguiendo la normativa del partido, que se cumplirá taxativamente». Y cuando «haya algo que comunicar», se hará, ha dicho, en el foro adecuado.

En todo caso, ha reiterado que su relevo será «ordenado y rápido», articulado para «acreditar» que el PPdeG «sigue siendo el partido de Galicia y de la unión», además de «garantizar la estabilidad» del Gobierno «hasta que acabe la legislatura», que aún no ha alcanzado el ecuador.

EL OBJETIVO, «GARANTIZAR LA ESTABILIDAD DEL GOBIERNO»

Pese a que se han evidenciado ya públicamente los distintos pareceres que hay en el partido, Feijóo ha defendido reiteradamente que no siente «ninguna preocupación» por su relevo, y ha declinado revelar cualquier opinión no solo en relación a la fórmula para materializar la sucesión, sino también a otras cuestiones como la posibilidad de que se dé una bicefalia entre el sucesor en la Xunta y el presidente del PPdeG.

«Mi opinión tengo que darla en los círculos internos del partido. No voy a tomar un posicionamiento externo antes de hablar con los compañeros del partido. Llevo desde el lunes hablando y escuchando a mucha gente, y lo voy a seguir haciendo hasta que el partido tome una decisión definitiva y el Grupo Parlamentario, una decisión sobre la sesión de investidura», ha esgrimido.

Al respecto, ha insistido en que el relevo será «ordenado» y ha ejemplificado con que «solo va a cambiar un diputado de 42 –él mismo–, que será sustituido por un compañero de Caldas de Reis», por lo que la «estabilidad» está garantizada.

No en vano, Feijóo ha dejado claro que, por encima de cualquier planteamiento personal «legítimo», el objetivo último debe ser «garantizar la estabilidad» del Gobierno. Pero ha afirmado, «sin atisbo de duda», que así se hará. «Esperen unas semanas para comprobarlo», ha instado a los periodistas.

«EL MEJOR GOBIERNO EN 13 AÑOS»

Y acerca de si el nuevo presidente debería mantener su Gabinete, ha dicho que esa decisión tendrá que adoptarla quien le suceda en la Xunta, ya que a él le corresponderá nombrar a su Gobierno.

En todo caso, ha defendido que considera que tiene «el mejor Gobierno» de sus 13 años en la Xunta porque, en su opinión, es «el más experimentado». También porque ahora es «más fácil gobernar» que cuando tomó las riendas del Ejecutivo y no había «un patacón».