Fedea niega «maltrato fiscal» a Cataluña y alerta de las consecuencias de aceptar compromisos en esta línea
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ha cuestionado la validez de la tesis nacionalista del maltrato fiscal a Cataluña y ha alertado de que aceptar «cualquier compromiso en esta línea sería un pésimo punto de partida» para la muy necesaria reforma del sistema de financiación autonómica.
Fedea ha publicado una nueva entrega de la serie Food for thought dedicada a las balanzas fiscales regionales. El tema vuelve a ser de máxima actualidad a raíz de las exigencias en materia de financiación autonómica de dos partidos nacionalistas catalanes, ERC y Junts, que son además decisivos tanto para la formación de un nuevo Govern de la Generalitat como para la continuidad del actual Gobierno central.
Ambos partidos exigen el establecimiento de un régimen singular para Cataluña, similar al sistema foral de concierto o convenio, que permita a la Generalitat recaudar todos los impuestos en su territorio y limitar sustancialmente su contribución a la caja común del Estado para así eliminar, o al menos reducir sustancialmente, el déficit fiscal de la Comunidad, que la Generalitat ya cifra en más de 20.000 millones de euros anuales, o casi un 10% del PIB regional.
«Esta abultada cifra es parte esencial del argumento de los partidos nacionalistas catalanes para exigir un cambio radical del sistema de financiación autonómico que ponga fin al maltrato fiscal que, en su opinión, sufre su Comunidad», explican desde la Fundación.
El trabajo de Fedea cuestiona la validez de la tesis nacionalista del supuesto maltrato fiscal a Cataluña. La conclusión central del documento es que, en términos generales, las cosas son «más o menos como deberían ser en este ámbito».
Puesto que esta Comunidad está entre los territorios con mayor renta per cápita, lo esperable es que presente un déficit fiscal y así sucede, aunque su cuantía es significativamente menor que la que calcula la Generalitat «por un procedimiento sesgado».
Es más, la Comunidad catalana se sitúa casi exactamente sobre la recta ajustada de regresión que describe lo que se podría llamar la relación «normal» en España entre renta per cápita y saldo fiscal regional, lo que señala que el tamaño de su déficit es aproximadamente el que «le toca» de acuerdo con su nivel de renta. La posible inequidad no estaría, por tanto, en el déficit, sino en su eliminación.
«Resulta cuanto menos discutible que la ausencia de privilegios constituya base suficiente para una acusación de maltrato acompañada de la petición de sustanciales reparaciones. Aceptar cualquier compromiso en esta línea sería un pésimo punto de partida para la muy necesaria reforma del sistema de financiación autonómica», advierte.