FEDE pide la dimisión del Defensor del Pueblo por «dejación de funciones» en la discriminación laboral de diabéticos
La Federación Española de Diabetes (FEDE) ha solicitado la «inmediata» dimisión del Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, por su «patente y absoluta dejación de función» contra la discriminación laboral que padece el colectivo de personas con diabetes en España a la hora de acceder a determinados puestos de la Administración Pública.
El origen de esta petición de dimisión, aprobada en su última Asamblea General Extraordinaria, es una queja de FEDE ante el Defensor del Pueblo en la que denunciaban la situación que estaban sufriendo. El pasado 2 de octubre recibieron respuesta de esta autoridad del Estado encargada de garantizar los derechos de los habitantes ante abusos que puedan hacer los poderes políticos.
La misiva del Defensor del Pueblo, sin embargo, no convenció a FEDE, pues lamentan que «se limitaba a trasladar la información recibida, al respecto, por parte del Ministerio de Función Pública», la administración encargada de actualizar los cuadros médicos de exclusión que impiden actualmente a las personas con diabetes el acceso a determinados empleos públicos.
En este sentido, el presidente de FEDE, Andoni Lorenzo, ha puntualizado que esta petición de dimisión «no tiene nada que ver con el contenido de la información trasladada por Función Pública», sino en que «ha quedado más que patente que el Defensor del Pueblo, lejos de ejercer su labor de encargado de defender los derechos fundamentales de los ciudadanos mediante la supervisión de la actividad de las administraciones públicas, ha hecho dejadez absoluta de sus funciones, puesto que simplemente se ha limitado a ser un mero transmisor de la información recibida y no de defensor ante la vulneración de derechos».
FEDE lleva más de dos años luchando por que los derechos de las personas con diabetes en este asunto «no sean vulnerados», y se actualicen unos cuadros médicos de exclusión que datan de hace más de tres décadas (1988) y se basan en «una realidad médica del siglo pasado, totalmente desactualizada».