FCC Medio Ambiente se adjudica una planta de tratamiento de materia orgánica en Madrid por 33 millones
FCC Medio Ambiente se ha adjudicado un contrato del Ayuntamiento de Madrid valorado en 33 millones de euros para la construcción y explotación de una nueva planta de tratamiento de materia orgánica en el Parque Tecnológico de Valdemingómez.
La nueva instalación, cuyas obras comenzarán a finales de 2021 con la previsión de concluirlas en la primavera de 2023, atenderá a los más de tres millones de habitantes de la capital, según informa la compañía en un comunicado.
El contrato, que FCC Medio Ambiente ejecutará en UTE con otras empresas, tendrá una duración de cuatro años y nueve meses, con una posible prórroga de dos años adicionales, ya que también se encargará de su explotación.
La instalación ocupará una superficie superior a 47.000 metros cuadrados en una parcela de 67 hectáreas y permitirá asegurar el tratamiento del total de los flujos de residuos domésticos y comerciales que contienen materia orgánica, procedente de la recogida selectiva implantada en el municipio de Madrid.
La compañía defiende que la solución tecnológica adjudicada garantizará «un alto nivel de calidad» de las más de 37.000 toneladas anuales esperadas de compost obtenido en el proceso productivo, lo que facilitará su utilización como abono o fertilizante de clase A de acuerdo con los criterios legales establecidos.
La planta procesará preferentemente la totalidad del digesto obtenido en la planta de biometanización de Las Dehesas a partir de la fracción orgánica generada en el Ayuntamiento de Madrid, junto con la fracción vegetal procedente de podas, que será empleada como material estructurante en el proceso de tratamiento biológico.
La concepción de la planta se ha enfocado en la maximización del nivel de automatización y en el control sobre los procesos productivos, de tal forma que desde la descarga del digesto hasta el acopio del compost no habrá intervención manual del personal de explotación.
También se ha tenido en cuenta la sostenibilidad ambiental, asegurando la eficiencia energética, minimizando la emisión de ruidos y olores e implantando una solución arquitectónica que busca reducir el impacto visual de las instalaciones y asegurar la integración ambiental en el entorno, así como la seguridad en materia medioambiental y de prevención de riesgos laborales.