ERC exige que la nueva Ley de Ciencia prohíba usar fondos para programas para la industria armamentística
Esquerra Republicana quiere aprovechar la reforma de la Ley de Ciencia para cortar de raíz las «injerencias de la industria armamentística y militar» en el sistema público de investigación y desarrollo y, para ello, ha propuesto que esa norma prohíba expresamente que el Ministerio de Ciencia financie los Programas Especiales de Armamento (PEAS) y todos los programas de investigación cruzados con el Ministerio de Defensa.
Así lo plantean los independentistas catalanes en una proposición no de ley registrada en el Congreso, en la que también reclaman que la nueva Ley de Ciencia blinde la obligatoriedad de destinar a fines civiles las partidas presupuestarias en investigación, tecnología e innovación, así como que se establezcan mecanismos de transparencia para garantizar su trazabilidad.
DEVOLUCIÓN DE CRÉDITOS
Los republicanos buscan, asimismo, que la Comisión de Ciencia del Congreso inste al Gobierno a enviar a la Cámara en un plazo de tres meses un informe detallado de los créditos en I+D+i en el ámbito de la seguridad y defensa y que reclame la devolución de todos los créditos realizados en el ámbito de la I+D+i militar.
En su iniciativa, recogida por Europa Press, ERC recuerda que en 2016 el Tribunal Constitucional dio la razón a los grupos parlamentarios que impugnaron por opaca la financiación de los Programas Especiales de Armamento creados en 1998 por el Gobierno de José María Aznar.
En concreto, el alto tribunal censuró el uso sistemático del Decreto-ley como forma de aprobar créditos extraordinarios para financiar los programas especiales de armamento.
OJO CON LOS FONDOS EUROPEOS
Esquerra también denuncia que los Presupuestos Generales del Estado para 2021 contemplaban un aumento del 4,64%, en relación con los del último Gobierno del PP, en las partidas de la sección de Defensa, de las que una tercera parte (9.411 millones) van destinados a los PEAs y los 3.000 millones a «modernización, investigación y desarrollo», con un incremento de 177 millones respecto las cuentas anteriores.
«A menudo, estas partidas son poco transparentes y se intentan camuflar bajo la premisa de la investigación y eldesarrollo científico y tecnológico», se quejan los republicanos, que también muestran su temor a que los programas a los que se destinarán los fondos europeos de recuperación sean «nueva oportunidad para las empresas de la industria militar para aprovecharse del erario público, camuflando sus fines armamentísticos en proyectos de investigación y desarrollo científico».
