Farmaindustria apela a la búsqueda de «fórmulas inteligentes» para financiar los nuevos fármacos en España
El director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, ha reclamado la puesta en marcha de nuevos instrumentos que permitan una utilización más eficiente de los recursos sanitarios y asegurar la financiación suficiente del sistema, para lo que apela al uso de «fórmulas inteligentes» que permitan financiar los nuevos fármacos que están apareciendo.
Durante su participación en la jornada Pacto de Estado por la Sanidad: perspectiva desde la industria , organizada por la Asociación Española de Derecho Farmacéutico en la sede de la Real Academia Nacional de Farmacia (RANF), este dirigente ha apuntado sus prioridades para afianzar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) en el futuro.
En el terreno estrictamente farmacéutico, Arnés ha defendido que aplicar la medición de resultados en salud en España «no es una quimera», y es posible gracias a la revolución de las tecnologías digitales, que permiten la medición de un gran número de variables y la relación entre ellas.
«Pudiendo medir el valor real que aporta un fármaco en la práctica clínica es posible actuar con fórmulas de riesgo compartido o similares. Eso sí, esto requiere también una mayor flexibilidad presupuestaria en el ámbito temporal, contemplando el componente dinámico que como toda inversión tiene la incorporación de innovaciones», añadió.
En este punto, el representante de Farmaindustria también rechazó que los medicamentos puedan ser una amenaza para las cuentas públicas, y ha argumentado que mientras que el gasto farmacéutico público total (hospitales y farmacia) per cápita fue de 361 euros en 2010, a finales de 2017 era de 347 euros.
Y en ese mismo periodo, el gasto farmacéutico público total sobre el PIB se redujo del 1,57 al 1,43 por ciento, y eso pese a haberse incorporado al sistema sanitario un gran número de nuevos medicamentos, entre ellos los de la hepatitis C.
AHORROS SANITARIOS Y NO SANITARIOS ELEVADOS
«Los ahorros en costes directos sanitarios y no sanitarios e indirectos de estos nuevos medicamentos son muy grandes: solo en hospitalizaciones evitadas, por cada unidad adicional de gasto farmacéutico se logra un ahorro neto promedio del gasto sanitario entre 2,4 y 8,3 veces mayor», ha espetado.
En cualquier caso, sólo la eficiencia no basta, según Arnés, que también ha criticado el déficit financiero estructural superior a los 10.000 millones de euros (alrededor de 1 punto del PIB) del SNS. «No parece que solo utilizando mejor los recursos disponibles se puedan solucionar todos los problemas; es necesaria una mayor dotación», ha reclamado.
Y esta mayor financiación del sistema debe ir acompañada, a su juicio, de una coordinación más eficaz que evite inequidades en las prestaciones sanitarias.
Durante su intervención, este dirigente ha lamentado también el «margen de mejora» en la eficiencia de los recursos disponibles, ya que en torno a un 20-30 por de los recursos destinados a la sanidad se utilizan de forma ineficiente, y en la necesidad de impulsar una «decidida estrategia informativa y educativa» dirigida a los ciudadanos sobre el uso adecuado de los medicamentos o el uso de terapias preventivas, como las vacunas.