FAPA propone a los partidos que el calendario escolar sea acordado por toda la comunidad educativa

También pide eliminar progresivamente la financiación con dinero público de los centros privados

La Federación de Madres y Padres de Alumnado (FAPA) Cantabria ha remitido un programa de propuestas los partidos políticos de cara a las elecciones municipales y autonómicas en el que demanda que el calendario escolar sea acordado por toda la comunidad educativa –como recoge el Acuerdo por la Educación– y no solo por la Junta de Personal Docente y la Consejería, como ocurre ahora.

También considera necesario que Educación evalúe el actual modelo de calendario, con el curso dividido en bimestres, tanto desde un punto de vista educativo como de su bienestar, así como su repercusión en la labor del profesorado y en la conciliación de las familias.

Igualmente reclama la eliminación de las jornadas reducida de junio y septiembre, una medida que considera «obsoleta» y que no facilita la conciliación; y el «cumplimiento» del calendario escolar en Educación Secundaria porque, dice, «se ha vuelto una costumbre que los centros no empiecen el curso escolar en el día establecido, así como que este acabe de forma efectiva hasta 10 días antes en algunos casos».

FAPA apuesta por un modelo educativo público y por ello considera que la red concertada «debe ser subsidiaria» por lo que propone «eliminar progresivamente la financiación con dinero público de los centros privados», es decir, acabar con los conciertos, y ampliar la red pública, «estableciéndose un criterio para cubrir todas las plazas ofertadas en centros públicos antes de comenzar a adjudicar plazas en los centros concertados».

Igualmente demanda la supresión de conciertos realizados con centros que segregan por sexos, así como los situados en zonas en las que la oferta pública es suficiente para atender a las necesidades de escolarización.

Para mejorar la calidad de la enseñanza, entre otras medidas, pide establecer ratios en función de las características del alumnado para poder desarrollar una atención más individualizada, y regular los deberes, eliminándolos en los periodos de descanso y vacacionales.

Reclama una «importante inversión» en centros e instalaciones; garantizar que en todos los colegios el comedor funcione en los meses de junio y septiembre de la misma manera que el resto del curso; aumentar la seguridad en el transporte escolar y ampliarlo al alumnado de Bachillerato; que los servicios como madrugadores, ludotecas y actividades extraescolares sean organizados por las administraciones y no por el AMPA; y mayor participación de familias y alumnado, aspecto donde pide que la presidencia del Consejo Escolar y las personas de reconocido prestigio que en él participan sean elegidas por el pleno del propio consejo y no por la administración.

Igualmente demanda un «impulso» a los bancos de recursos no solo con más inversión sino también con «una evolución metodológica que reduzca el elevado coste que suponen los libros de texto y materiales escolares», y su ampliación a etapas no obligatorias; y caminos escolares seguros.

FAPA apuesta por la necesaria «dignificación y modernización» de los centros rurales; la implantación de aulas de 1 año; la apertura de los centros fuera del horario lectivo; cursos de formación para familias; actualización de los protocolos de acoso escolar y agilidad en su puesta en marcha; y la creación de la enfermera escolar, entre otras medidas.