Facebook acusa a hackers chinos de usar la plataforma para piratear y espiar a uigures en el extranjero
Facebook ha acusado a hackers chinos de utilizar la plataforma para piratear y espiar a activistas y periodistas uigures y de otras minorías musulmanas de la región china de Xinjiang residentes en países del extranjero como Estados Unidos, Turquía, Canadá, Australia o Kazajistán.
Los piratas informáticos usaron Facebook para identificar, rastrear y enviar enlaces maliciosos a miembros de la etnia uigur para poder «vigilarlos», y en ciertos casos se hicieron pasar por sitios web de noticias populares entre los uigures para así poder instalar un software de espionaje, ha denunciado la compañía.
«Este grupo usó cuentas falsas en Facebook para crear personajes ficticios que se hacían pasar por periodistas, estudiantes, defensores de los Derechos Humanos o miembros de la comunidad uigur para generar confianza con las personas a las que apuntaban y engañarlos para que accedieran a enlaces maliciosos», ha precisado Facebook, según recoge CNN.
No obstante, Facebook no ha culpado directamente al Gobierno chino de estar detrás de la campaña de espionaje. «Podemos ver la atribución geográfica basada en la actividad, pero en realidad no podemos probar quién está detrás de la operación», ha apuntado al respecto el jefe de política de ciberseguridad de la compañía, Nathaniel Gleicher, informa NBC News.
La plataforma ha señalado, sin embargo, que los hackers son parte de la misma operación que la empresa de ciberseguridad Volexity citó en una investigación publicada en 2019 –sobre el espionaje a los uigures– como afiliada al Gobierno de China.
Estados Unidos ha calificado como «genocidio» los actos de China sobre los uigures, de origen turco y religión musulmana, y otros grupos minoritarios que residen en la Región Autónoma de Xinjiang, en el noroeste de China. Recientemente, las autoridades estadounidense, Reino Unido y Canadá han sancionado a dirigentes chinos por la represión contra esta comunidad.
China ya ha rechazado las acusaciones vertidas por Washington sobre represión o genocidio contra los uigures. En particular ha negado la existencia de campos de detención y asegura que se trata de instalaciones para la formación vocacional y para erradicar el extremismo islámico y el separatismo.