Exteriores dispondrá de 2,3 millones para asistencia consular a españoles en problemas en 2021

Además de asistir a ciudadanos en situación de necesidad en el extranjero, se ofrece ayuda y apoyo a detenidos

Ciudadanos en situación de necesidad, mujeres víctimas de violencia de género, detenidos fuera de España… Son muchas las circunstancias en las que desde el Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación se ofrece asistencia consular a españoles en el extranjero. Para ello, en 2021 hay una partida prevista en el presupuesto de 2,3 millones de euros.

«Es un trabajo muy duro pero también muy gratificante», reconoce a Europa Press el director general de Españoles en el Exterior y Asuntos Consulares, Juan Duarte, resaltando la «dimensión humana» de la labor que se realiza a nivel consular y de contacto directo con los ciudadanos y la colectividad española en los distintos países.

En la actualidad, son casi 2,9 millones los españoles que residen en el extranjero, a los que hay que sumar los millones de ellos que cada año viajan como turistas por todo el mundo –19 millones antes de la pandemia–.

Para poder ofrecerles ayuda y apoyo en un momento dado, el presupuesto de Exteriores cuenta este año con una partida de algo más de 2,3 millones de euros, lo que incluye algo más de 1,9 millones en concepto de ayudas no reintegrables y 400.000 para las reintegrables.

Dentro del primer apartado se incluyen subvenciones por 499.000 euros a instituciones que atienden a españoles en el exterior –por ejemplo las casas de distintas regiones existentes en muchos países iberoamericanos– y una subvención de 30.000 euros para asistencia jurídica a españoles condenados a muerte.

ESPAÑOLES EN SITUACIÓN DE NECESIDAD

Buena parte de las ayudas se conceden a título personal y en general están destinadas a españoles que se encuentran en una situación de necesidad. En general, explica Duarte, se intenta que la ayuda económica por distintos motivos que se pueda ofrecer sea de carácter reintegrable, bien por el propio ciudadano o por algún familiar, pero en «casos extremos» no es así.

En este sentido, hay previstas por ejemplo ayudas de subsistencia para españoles sin recursos y que tampoco pueden acudir a ningún familiar a los que se les da dinero. En 2020, se concedieron 12 ayudas de subsistencia no reintegrables por 13.210 euros y 23 extraordinarias por un total de 8.836 euros, en su mayoría no reintegrables.

Desde los servicios consulares también se presta una atención y apoyo especial a las españolas víctimas de violencia de género en el exterior, «doblemente vulnerables» al encontrarse lejos de España, destaca Duarte. En general, suelen solicitar ayuda para poder salir del país con sus hijos, si los tienen.

Así, el año pasado se autorizaron 22 expedientes de solicitud de ayudas de repatriación que permitieron el retorno de 20 mujeres y 15 menores. Además, también se ofrece apoyo psicológico para casos extremos, para lo cual la Dirección General que dirige cuenta con un psicólogo.

LAS REPATRIACIONES, ALGO EXCEPCIONAL

En lo que se refiere a las repatriaciones, el responsable de Exteriores deja muy claro que solo se recurre a ellas en contextos de «emergencia consular» o en casos como accidentes o cuando un español detenido es puesto en libertad. En 2020, hubo 66 repatriaciones, incluidos menores.

Además, estas repatriaciones son «de carácter reintegrable», es decir, el ciudadano al que se repatría –en general mediante el pago de un billete de avión– deberá devolver el importe, salvo en casos muy excepcionales. Duarte explica que en casos de ciudadanos a los que les roban en el extranjero y carecen de recursos, se les paga el billete si no hay manera de que pueda acceder a dinero pero deberá firmar «un compromiso de devolución» de dicha cantidad.

Por ello, advierte a los turistas españoles de que antes de iniciar ningún viaje consulten primero en la web de Exteriores las recomendaciones respecto a ese país para conocer de antemano las condiciones y los eventuales riesgos, sobre todo en el tema relativo al consumo de sustancias estupefacientes y su tenencia, ya que es la principal causa de detención en el extranjero.

«Yo siempre digo, ante la duda no lo hagas», subraya Duarte, que aconseja que llegado el caso lo primero es ponerse en contacto con la Embajada o el Consulado. También recomienda a aquellos españoles que se vayan a instalar por un periodo más largo de tiempo en un país por motivos de estudios o trabajo que se inscriban en el Consulado, ya que esto agiliza cualquier eventual gestión.

Asimismo, en el caso de los viajes de turismo, aconseja llevar contratado de antemano un seguro médico ante posibles enfermedades o accidentes. «No deben pensar que les vamos a repatriar, tienen que ir preparados», insiste Duarte.

El director general reconoce que la pandemia provocó una situación extraordinaria. En ese caso, desde el Ministerio lo que se hizo fue organizar vuelos de retorno con las aerolíneas. En total, entre marzo y mayo pasados se organizaron 54 de estos vuelos que trajeron de vuelta a España a casi 10.500 personas.

Por lo que se refiere a los casos de defunción, la asistencia consular se suele limitar a ayudar a la familia en las gestiones para la repatriación –que suelen cubrir los seguros–, entre otras cosas tramitando el certificado de defunción. Duarte reconoce que «no es un trabajo agradable pero es imprescindible apoyar a la familia» en esas circunstancias.

ASISTENCIA A ESPAÑOLES DETENIDOS

Pero sin duda uno de los principales apartados de la asistencia consular es la que se ofrece a españoles detenidos en el extranjero. Según explica Duarte, existe la obligación de asistir al detenido, sin incluir asistencia letrada.

Dicha asistencia consular pasa, en primer lugar, por notificar a la familia la detención –siempre que el detenido lo autorice– y por realizarle visitas periódicas en su lugar de reclusión para comprobar su situación y las condiciones penitenciarias.

Normalmente, se realiza mínimo una visita cada seis meses, si bien durante la pandemia ha sido «más complicado» cumplir con estos plazos, reconoce Duarte, que precisa que aquellos que no tengan recursos pueden recibir una ayuda económica. En 2020, según los datos aún sin completar, se otorgaron 1.036 ayudas por 154.331 euros.

Además, según los casos, se les puede hacer llegar medicamentos, libros, ropa y calzado o productos de higiene. Se trata, resume, «de estar pendientes y que no se sientan abandonados». Los cónsules realizan también gestiones con las autoridades penitenciarias para procurar un mejor trato a los detenidos españoles.

El número de españoles encarcelados en el extranjero se ha reducido de forma considerable en los últimos años. Según Exteriores, actualmente hay 832, el 60 por ciento por delitos relacionados con el tráfico de drogas, mientras que en 2014 había 1.735.

Uno de los motivos que han provocado este descenso es que en los últimos años se han realizado numerosos vuelos de traslado de detenidos españoles para que completen su pena en España, en virtud de los convenios con distintos países.

Por regla general, cuando se producen casos de españoles encarcelados en países con los que no hay convenio se intenta negociar uno, como es el caso actualmente con Qatar o Emiratos Árabes Unidos. Para que el traslado sea posible, además del acuerdo de los estados hace falta el del propio preso y en función del país hay algunos condicionantes, como el que se haya cumplido ya una parte concreta de la pena.

De los más de 800 españoles encarcelados en todo el mundo, 23 están condenados a cadena perpetua y hay un único caso de un español condenado a muerte, en Egipto, por homicidio. Esta persona, precisa Duarte, podría solicitar dinero de la partida de 30.000 euros de que dispone el Ministerio para conseguir una mejor defensa, pero no lo ha hecho. En el pasado, solo Pablo Ibar, que estuvo en el corredor de la muerte en Estados Unidos, lo hizo.