Expresidentes latinoamericanos abogan por afianzar la integración a través de democratización y educación
Los expresidentes de Colombia, República Dominicana y Guatemala, Ernesto Samper, Leonel Fernández y Vinicio Cerezo, respectivamente, han incidido en la necesidad de reforzar la democratización y la educación de la ciudadanía para afianzar la integración regional en Latinoamérica.
En un acto celebrado al amparo de la Organización de Estados Iberoamericanos en la sede del Instituto Cervantes en Madrid, los tres exdirigentes han tratado la cuestión sobre cuáles son los pilares fundamentales para alcanzar una integración a nivel regional, un asunto para el que, según ellos, aún debe trabajarse.
El expresidente colombiano ha remarcado que los países de la región han logrado a lo largo de las últimas décadas sobreponerse a regímenes militares y políticas económicas neoliberales que han creado un mayor «empobrecimiento» que el modelo económico anterior, basado en un sistema proteccionista.
En este contexto, uno de los principales retos, según Samper, sigue siendo el de alcanzar la igualdad real entre todos los ciudadanos, especialmente entre aquellos que viven en las ciudades y los que habitan las zonas rurales. «América Latina no es la región más pobre pero si la más inequitativa del mundo», ha lamentado.
Por su parte, el expresidente Fernández ha señalado que el sistema educativo es uno de los principales escollos a sortear para alcanzar la integración latinoamericana, pues aunque la escolarización de menores está prácticamente garantizada en toda la región, esta no es de la calidad necesaria.
«Los niños de diez años tienen dificultades para comprender (…) Los principales temas se abordan desde la educación», ha dicho el expresidente dominicano, señalando así que «el futuro es sombrío» pues las próximas generaciones no dispondrán de las herramientas y conocimientos adquiridos para hacer frente a los conflictos que les sobrevengan.
En lo que respecta a la unidad regional, tanto el expresidente colombiano como su homólogo guatemalteco han resaltado que Latinoamérica carece de cohesión entre los países, un asunto que en el pasado se logró en cierto modo solventar con el Proceso de Paz en Centroamérica y el Sistema de Integración.
En la misma línea, Fernández ha incidido en que la integración latinoamericana «siempre ha sido algo inspiracional», pero para lo que los países de la región no han sabido crear las condiciones de institucionalidad necesarias para que triunfe el modelo de unión.
A pesar de las carencias para impulsar una unión regional, el expresidente Cerezo ha celebrado que la región centroamericana goza de un periodo democrático con más de 20 años de vigencia y ha mejorado sus relaciones tanto con la Unión Europea como con Estados Unidos, a la par que se ha convertido en la cuarta economía de Latinoamérica. «Está funcionando bien, pero queda mucho por hacer», ha zanjado.
CRÍTICAS A LAS POLÍTICAS MIGRATORIAS DE LA UE
El expresidente Samper ha aprovechado su intervención para cargar duramente contra las políticas migratorias de la Unión Europea, una región donde considera que ahora pueden circular todo tipo de bienes, de mercancías y servicios, pero donde las personas ajenas al bloque comunitario se encuentran barreras.
Según Samper, Latinoamérica tiene en la UE un interlocutor más capaz que Estados Unidos, con el que poder tratar la cuestión migratoria sin que se termine aludiendo al narcotráfico, el terrorismo y las armas. Así, para el exmandatario colombiano Bruselas y Latinoamérica sí deberían poder sentarse a la mesa para abordar esta cuestión.
Sin embargo, Samper ha reprochado al bloque comunitario que esté «creando una melodía» con su retórica y políticas contrarias a la inmigración, que culminan con la creación de «un clima antiinmigración y de estigmatización».
En su crítica a la UE, Samper ha reprochado a Bruselas las sanciones unilaterales impuestas a países latinoamericanos como Venezuela o Cuba. El expresidente colombiano ha incidido en que estas medidas, al ser adoptadas de forma unilateral por la UE, son «ilegales e inmorales», así como contrarias al Derecho Internacional Humanitario.
Finalmente, Samper, el participante del foro más duro con las políticas de la UE, ha lamentado que Latinoamérica «no es una prioridad» para Bruselas, si bien se ha mostrado comprensivo con que el bloque comunitario centre parte de sus esfuerzos en la situación en el Mediterráneo. «No somos (una prioridad), ojalá lo fuéramos, o lo volviéramos a ser», ha zanjado.