Expertos resaltan que la pandemia ha acelerado la implantación de la salud digital en los sistemas sanitarios
Expertos participantes en la última edición de Diálogos PHC , de Roche, bajo el título Salud digital: tecnología que cuida del paciente , han resaltado que el impulso de la digitalización provocado por la pandemia de COVID-19 ha tenido como consecuencia positiva que la salud digital ha experimentado un gran avance en los sistemas sanitarios.
Aunque hace ya 15 años la Organización Mundial de la Salud (OMS) instaba a que los países diseñaran un plan para implantar y desarrollar servicios de cibersalud, la salud digital sigue planteando hoy en día importantes desafíos desde el punto de vista asistencial y legal.
Durante el encuentro se ha puesto de manifiesto que, aunque en el ámbito de la salud aún hay muchas posibilidades de explorar estas herramientas, «lo cierto es que en este último año se ha vivido un gran avance generado, en gran parte, por la pandemia». «Las restricciones para acudir a un hospital han obligado a que la telemedicina, por ejemplo, se haya impulsado significativamente», ha comentado Jorge Cancela, responsable de Salud Digital en Neurociencias de Roche Global.
En esta misma línea se ha manifestado el doctor Álvaro Sánchez-Ferro, cofundador y director médico de la startup de oncología Leuko y neurólogo en el Hospital 12 de Octubre de Madrid: «Hemos visto que el hospital no acaba en las cuatro paredes. Se ha llevado al domicilio y al entorno del paciente, algo que probablemente sea una de las pocas consecuencias positivas de la COVID-19. Ya hablamos de hospitales líquidos, con información que se recoge en el domicilio del paciente y que llega a los profesionales sin que el paciente se desplace. Se proporciona salud fuera del entorno sanitario. Cada vez podemos evaluar más parámetros que nos hacen estar más cerca de la medicina personalizada, del traje a medida en el tratamiento y la personalización del cuidado».
DIFICULTADES PARA LLEGAR A LA PRÁCTICA CLÍNICA
La realidad es que ya existen muchas iniciativas de salud digital, pero pocas de ellas son las que consiguen llegar a la práctica clínica. «La salud es un campo complejo. El desarrollo de estas herramientas en la mayoría de los casos se realiza por profesionales sanitarios que no van a ser ni los usuarios ni los que pagan por estos servicios. Además, está el marco legal y la fragmentación sanitaria a diferentes niveles, administrativos y técnicos. Todo ello dificulta esta implantación», ha destacado Cancela.
En este sentido, el doctor Sánchez-Ferro ha apuntado que «la salud es un sector especialmente regulado». «Cuando hablamos de tecnología además no podemos olvidarnos de la curva de adopción, es decir el tiempo que pasa hasta que la gente se adapta a utilizar determinados dispositivos como ha pasado con los teléfonos. Y, por supuesto, la necesidad de demostrar la utilidad clínica que va a tener», ha detallado.
De hecho, al igual que sucede con los ensayos clínicos para evaluar nuevas terapias, una de las grandes dificultades en este campo es planificar los estudios para demostrar que un determinado desarrollo será útil para la práctica clínica. «Aquí además es muy importante la percepción del usuario a través de escalas de satisfacción, y ser capaces de medir su utilidad a nivel clínico e incluso si implica un ahorro económico», ha subrayado el doctor Sánchez-Ferro.
Otro de los aspectos abordados ha sido el marco regulatorio, sobre el que se ha resaltado que a nivel mundial se van dando pequeños pasos para crear un marco que se adapte a este tipo de productos. Sin embargo, pese a todas las dificultades, ambos expertos han insistido en que es el momento ideal para acelerar todos los procesos necesarios y seguir avanzando en salud digital, algo que sin duda va a ser beneficioso para el conjunto de la sociedad a través de la transformación en el cuidado de la salud.