Expertos resaltan que implementar nuevas tecnologías es una de las claves para mejorar la Atención Primaria
Mejorar la comunicación médico-farmacéutico, «levantar» las barreras a la prescripción y dispensación e implementar las nuevas tecnologías son algunas de claves para mejorar la atención a los pacientes en Atención Primaria, según han resaltado expertos en el IV Congreso médico & farmacéutico, organizado conjuntamente por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) y la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC), que se está celebrando en Segovia.
En primer lugar, los expertos han apuntado que sería necesario aumentar la comunicación bidireccional entre médicos y farmacéuticos a través de la receta electrónica. Sin embargo, consideran que esta herramienta tecnológica aún no está suficientemente aprovechada en este aspecto y existen diferencias entre las posibilidades que ofrece cada modelo autonómico de receta electrónica a la hora de comunicarse y de incorporar información.
«Es imprescindible que haya una estandarización de los distintos modelos para que se incluya la posibilidad de que médicos y farmacéuticos nos comuniquemos de manera bidireccional para aportar la información clínica necesaria que pueda ayudar a mejorar la atención de los pacientes», ha comentado el presidente de SEFAC, Vicente J. Baixauli.
Por su parte, el presidente de SEMERGEN, José Polo, ha insistido en esta línea y añade que esa ausencia de estandarización se da también en la historia clínica: «En la actualidad no hay acceso a una historia clínica digital única, lo que en la práctica se traduce en que un médico, cuando atiende a un paciente, no siempre conoce su historial clínico de manera actualizada, esto es especialmente trascendente cuando se trata de atender a pacientes desplazados de su lugar de residencia habitual y dificulta prestar una atención de calidad, pues puede haber información terapéutica de los pacientes que se desconoce».
El segundo bloque sería el de las barreras existentes en la actualidad a la prescripción y dispensación de medicamentos. En el terreno de la prescripción algunas de las principales barreras serían la existencia de visados como herramienta que promueve un uso racionado del medicamento, en lugar de un uso racional; o la reserva de medicamentos para su prescripción y dispensación en el ámbito hospitalario sin una justificación sanitaria real y simplemente por motivos de control del gasto.
En el terreno de las barreras a la dispensación de medicamentos, los expertos han señalado los problemas frecuentes de desabastecimientos; la necesidad de cambios en la forma farmacéutica (comprimidos, por sobres, etc.); las recetas caducadas; o las prescripciones incompletas.
Según han indicado estos expertos, muchos de estos problemas ahora mismo solo pueden resolverse con el regreso del paciente al centro de salud, pero podrían solucionarse con lo que ya se conoce como «dispensación excepcional».
Es decir, la posibilidad de salvaguardar el espíritu de la prescripción por parte del farmacéutico, ante una situación de urgencia o necesidad, en la que dispensa el medicamento más adecuado dentro de las posibilidades reales de las que dispone con el fin de garantizar al paciente su disponibilidad y uso adecuado de su medicación de acuerdo con el paciente y sus necesidades.
Esta realidad está regulada ya desde hace años en muchos países desarrollados como Reino Unido, Canadá, EEUU, Australia, Nueva Zelanda, etc. y apoyada desde hace años por la Federación Internacional Farmacéutica (FIP).
A su juicio, el tercer bloque para mejorar la accesibilidad sería la implementación de las nuevas tecnologías a las consultas médicas y farmacéuticas para mejorar la comunicación telemática con los pacientes. Este tipo de atención debería enfocarse como complemento a la atención presencial para aquellos casos que lo necesiten y sin perder la humanización en la atención.
En la actualidad, y debido a la pandemia de COVID-19, la consulta telefónica ya se ha instaurado en muchos centros de salud y esta puede evolucionar hacia la vídeo-consulta. Para ello, ven «imprescindible» que «se dote a los centros de salud de los recursos y las inversiones necesarias, para que la Atención Primaria, que es el primer nivel asistencial, pueda responder adecuadamente a las necesidades de los pacientes».
Del mismo modo, en el ámbito farmacéutico, indican que se debe desarrollar la teleatención farmacéutica (TAF), que se define como la práctica farmacéutica asistencial a distancia que utiliza las tecnologías de la información y comunicación para complementar la atención farmacéutica presencial que precise el paciente. La TAF incluye la prestación a distancia de algunos servicios profesionales farmacéuticos asistenciales (SPFA).