Expertos piden reforzar la telemedicina y asistencia domiciliaria ante el «abandono» de la diabetes por la COVID

Expertos han señalado que el refuerzo de la telemedicina, la asistencia domiciliaria y una mayor implicación de la administración son elementos que se deben mejorar por parte del sistema sanitario ante el «abandono» que han sufrido los pacientes diabéticos debido a la COVID-19, que ha agravado su enfermedad, especialmente los casos de diabetes tipo 2.

Así lo han puesto de manifiesto la doctora Pilar de Lucas, vocal del Comité Científico del Grupo Observatorio de la Salud (OAT), la presidenta de la Federación de Asociaciones de Castilla-La Mancha(FEDICAM), miembro de la Federación Española de Diabetes (FEDE), María José Salmerón y el presidente de la Sociedad Española del Dolor (SED), Víctor Mayoral, quienes han detallado las dificultades que sigue causando la pandemia entre los pacientes con dolencias crónicas, en un acto organizado por FEDE en el marco de la campaña ¿A qué duele? .

Los expertos han reconocido que la COVID-19 ha obligado a que muchos pacientes encuentren limitaciones para continuar con sus revisiones, que además han lamentado que la situación haya empeora debido a la reducción de la formación diabetológica.

Desde FEDE, María José Salmerón ha resaltado que, antes de la pandemia, el porcentaje de pacientes con diabetes que era adherente al tratamiento farmacológico era del 54 por ciento y ahora «la falta de seguimiento está provocando que esta cifra se reduzca drásticamente», lo que va ligado a una peor calidad de vida de los pacientes diabéticos, especialmente los de tipo 2, que no han contado con acceso a recursos materiales para llevar un control de la enfermedad, como pueden ser las tiras para hacerse una prueba de glucemia.

«Los pacientes han percibido un total abandono por la covid, no han tenido acceso a sus consultas, a las pruebas, de cómo iba su caso. El tipo 1 sí ha tenido más asistencia puesto que es medicina especializada. Todo esto ha generado una serie de complicaciones en los pacientes, problemas cardiovasculares, retinopatía diabética, nefropatía, neuropatía, etc», ha explicado.

Así pues, Salmerón ha considerado necesaria fomentar la aprobación de los diplomas de acreditación y diplomas de acreditación avanzada, una telemedicina de calidad, el acceso a las monitorización continua de glucosa a los pacientes con diabetes tipo 2 insulinizados y la individualización del planteamiento de las pacientes con diabetes.

En este sentido, Pilar de Lucas ha apuntado a la falta de protocolos bien definidos para el seguimiento y control de los enfermos crónicos y ha admitido que la pandemia se ha encargado de poner de manifiesto las carencias del sistema con una «crudeza tremenda».

«En los últimos tiempos se han desarrollado muy pocos programas estructurados que mejorasen la eficiencia asistencial porque los recursos son los que son. Debemos reconocer que se han hecho cosas mal y los pacientes se han podido sentir desatendidos debido a la situación desbordada. Esta situación todos la conocíamos y la habíamos señalado pero ahora vamos a tener la oportunidad de desarrollar todas aquellas cosas que teníamos que haber hecho», ha sostenido.

Entre los aspectos a mejorar que ha precisado Pilar de Lucas, además de una mayor implicación de la administración, ha reparado en mejorar los protocolos de atención al paciente e incorporar a la farmacia comunitaria.

DOLOR CRÓNICO

Sobre las complicaciones asociadas a la diabetes, los expertos han precisado que, aunque existe más conocimiento en relación a las enfermedades cardiovasculares, como el edema macular o el pie diabético, existen otras como es el caso del dolor crónico, no cuentan con la misma visibilidad.

Por su parte, Víctor Mayoral ha incidido en el dolor crónico y ha asegurado que el 50 por ciento de las consultas de Atención Primaria están relacionadas con ello y el 17 por ciento de los españoles reconoce sufrir algún dolor crónico. Sin embargo, el experto ha matizado que, en caso de diabetes, los pacientes tienen una frecuencia de dolor crónico mayor a lo largo de su vida, por lo que ha desgranado que uno de cada cuatro diabéticos tendrá dolor crónico severo.

«Los diabéticos tienen una predisposición mayor a empeorar esta enfermedad debido a la COVID-19, que además hay mayor riesgo de sufrir complicaciones y una mortalidad mayor. Un paciente con dolor crónico pasa por diferentes etapas, las cuales en personas diabéticos son más rápidas y antes se llegará a etapas severas, lo que implica un mayor control», ha manifestado.

Los datos, según FEDE, demuestran que entre el 28 por ciento y el 49 por ciento de los pacientes con diabetes padece neuropatía diabética, que en el 50 por ciento de los casos se acompaña de dolor. Además, Mayoral ha considerado que aproximadamente dos tercios de los pacientes con diabetes sufren condiciones queproducen dolor, además de tener también consecuencias emocionales, provocando, en muchos pacientes, depresión concomitante (28%) y / o ansiedad (27%).

«La prevención es crucial ya que el dolor crónico puede ser muy incapacitante y no solo afecta funcionalmente a los pacientes que lo padecen, sino que también va a repercutir sobre su entorno familiar, laboral y social», ha concluido Mayoral.

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