Expertos piden que la rehabilitación cardíaca en pacientes con síndrome coronario agudo empiece desde la hospitalización
MADRID, 30
La rehabilitación cardíaca «debe integrarse de forma global» y empezar durante la hospitalización en pacientes con síndrome coronario agudo (SCA), tal y como ha reclamado la jefa de la Sección Cardiología Clínica del Hospital 12 de Octubre, la doctora Rocío Tello de Meneses, en el marco de la presentación del informe Prevención secundaria en salud cardiovascular: poniendo el foco en el paciente con SCA , impulsado por Cardioalianza.
La doctora, representante del comité científico del documento, ha explicado que este tiene el objetivo de contribuir a mejorar los resultados en salud de los pacientes con SCA, identificando los elementos clave del proceso asistencial, contribuyendo a garantizar la equidad en su diagnóstico y atención, evaluando y transparentando los resultados en salud de todos los centros, y que estas pautas puedan ser adaptadas e implantadas al ámbito local.
En este sentido, en el informe también se destacan algunos aspectos relevantes que gestores, profesionales sanitarios y pacientes deben garantizar de cara a mejorar el proceso asistencial del SCA. Así, en la primera fase, la hospitalización, se pide una optimización diagnóstica y terapéutica; así como la estratificación del riesgo; ya en la segunda etapa, el alta hospitalaria debe ir acompañada del inicio plan de cuidados. En tercer lugar, abogan por una fase de hospitalización extendida, con un tratamiento y seguimiento en Atención Primaria (AP) y comunitaria, todo ello combinado con la rehabilitación cardíaca.
Durante la hospitalización, tal y como se recoge en el informe, se deben eliminar las inequidades entre centros en los tiempos de aplicación del tratamiento en el infarto. «Todo centro sanitario, con independencia de su nivel asistencial, debe tener un protocolo o vía clínica de atención precoz al SCA», ha recordado la doctora Tello de Meneses. En esta fase, insisten, ya debe estar presente la rehabilitación cardíaca.
En la fase 2, estos expertos recuerdan que el informe de alta es un elemento de comunicación «clave» para el paciente entre la atención hospitalaria y la AP. «Siempre que sea posible, el proceso de información al alta debería darse con la familia o el cuidador presentes», se solicita en el informe. Asimismo, en esta etapa ya se debe garantizar la inclusión de todos los pacientes en un programa de RC tras el proceso de hospitalización.
En la tercera etapa, la de la hospitalización extendida, esto es, durante el tratamiento y seguimiento, en el documento se expone la necesidad de potenciar el rol de enfermería como «agente clave» para el seguimiento y el plan de cuidados. Por otro lado, según los autores del documento, es conveniente que el cardiólogo que atiende al paciente en el hospital sea el que realice la primera visita post-hospitalización. En esta etapa, además, se debe mejorar la información que se ofrece al paciente en la primera consulta tras el alta.
En este punto, también se reclama la incorporación de modalidades de medicina no presencial. «La telemedicina permite una comunicación rápida y ágil con el paciente y AP, y esto es crucial en la enfermedad cardíaca, ya que permite estratificar el riesgo, y esto se traduce en mayor prevención y calidad de vida», ha defendido la doctora Tello de Meneses, que ha puntualizado que esta modalidad nunca sustituirá a la presencial.
Además, la experta también ha señalado la importancia de reforzar la colaboración y comunicación entre comunicación primaria y hospitalaria. Por último, ha destacado que el programa de RC se adaptará al perfil de riesgo de cada paciente, incidiendo en que «todos los pacientes deben poder seguir un programa de RC tras el alta.
Por su parte, la presidenta de Cardioalianza, Maite San Saturnino, ha lanzado una llamada a la acción, destacando que el SCA sigue siendo «un problema importante de salud pública que requiere de cambios importantes en el modelo asistencial, y para ello es necesaria la participación y compromiso de todos los agentes implicados en la mejora de su atención: pacientes y familiares, profesionales sanitarios, gestores y planificadores y, en general, proveedores de la salud».
En este sentido, desde Cardioalianza se insta a las autoridades sanitarias nacionales y autonómicas a incluir el SCA en la agenda de prioridades sanitarias; diseñar/rediseñar estrategias enfocadas a mejorar los resultados en salud de los pacientes con SCA; eliminar las trabas administrativas para el acceso a tratamientos y a invertir en tecnología y sistemas de información.
Asimismo, se pide definir, recoger y publicar los resultados de indicadores de proceso y resultado, con el objetivo de contribuir a transparencia; facilitar la auditoría de los procesos asistenciales del SCA e implantar programas educativos dirigidos a la ciudadanía.
Por otro lado, Cardioalianza urge a los gestores y a los profesionales sanitarios a disponer de un protocolo de atención al SCA en todos los hospitales, adaptado a nivel local; incluir indicadores para medir los resultados y hacerlo público; y ofrecer a todos los pacientes con SCA un programa de rehabilitación cardíaca
Asimismo, les piden entregar al paciente un informe de alta adaptado a su situación y que contenga: información sobre diagnóstico, indormación y objetivos de tratamientos, calendario de seguimiento, asociaciones y programas educativos, webs y apps de referencia, síntomas de alerta y teléfono de contacto. Finalmente, les solicitan potenciar un modelo de hospitalización extendida, que garantice la continuidad asistencial de los paciente una vez ya se les a dado el alta.
Por último, en lo que respecta a los pacientes, les piden tomar conciencia de su enfermedad, conociendo las posibles causas que han provocado el infarto. Asimismo, les solicitan corresponsabilizarse del cuidado de su salud, esto es, seguir las pautas de tratamiento, tomar siempre la medicación, tener un control sobre los factores de riesgo y cambiar a unos hábitos de vida más saludables. Además, les recuerdan su derecho a pedir su integración en un programa de RC. «Todo paciente debe tener el derecho de poderse beneficiar de un programa de RC para su óptima recuperación después de un infarto, desde la hospitalización (fase 1) y durante toda su vida», ha concluido la presidenta de Cardioalianza.