Expertos piden aprovechar la plasticidad neural del niño para inculcar buenos hábitos
LLEIDA, 22
La pediatra de Vithas Lleida María José Agustí y la psicóloga del Hospital Vithas Granada María José Aróstegui han recomendado aprovechar la plasticidad neural del niño para inculcarle buenos hábitos, coincidiendo con el Día Mundial del Cerebro, que se conmemora este viernes.
El cerebro del niño produce un millón de conexiones sinápticas por segundo en la etapa inicial (hasta los cinco años), por lo que los hábitos adquiridos en estas edades supondrán «un entramado de conexiones neuronales satisfactorio y una especial química de neurotransmisores que mejorarán la evolución cognitiva», informa Vithas en un comunicado.
Agustí ha destacado la importancia de la buena relación entre adultos y niños, «a través de palabras, sonidos, miradas, como base de la formación del cerebro humano».
«Las vivencias que experimentemos son la base sobre la cual se va a construir la personalidad, el cerebro» y de eso dependen la capacidad de aprendizaje, salud y bienestar del niño, ha explicado.
Agustí da tres consejos para un buen desarrollo cerebral: ejercicio físico (por ejemplo, un estudio de la Universidad de Granada concluye que niños con buena forma física tienen cerebros de mayor tamaño); cariño y respeto familiar (aprovechando que el niño nace preparado para socializarse y aprender), y evitar el estrés perjudicial (enseñar al niño una inteligencia emocional adecuada a su edad le ayuda a afrontar problemas, y él irá autorregulando su estrés).
PLASTICIDAD NEURAL
La psicóloga María José Aróstegui ha definido la plasticidad neural como la capacidad que permite cambiar, modificar y moldear hábitos, conocimientos y el aprendizaje a través de nuevas experiencias, transformando así la información y codificando las neuronas para realizar tareas y actividades distintas.
Aróstegui ha subrayado que la infancia implica un periodo crítico: «Hay mayor susceptibilidad neural, habiendo mayor flujo de conexiones neuronales», de manera que el niño genera el doble de conexiones que cuando es adulto, porque en la fase infantil recoge la mayor parte de la información que le servirá en un futuro para la supervivencia.