Expertos de la ONU acusan a las milicias centroafricanas de sembrar una ola de terror
El experto independiente de Naciones Unidas Yao Agbetse ha acusado a las milicias centroafricanas de la Coalición de los Patriotas por el Cambio (CPC), así como a otros grupos armados, de sembrar una ola de terror entre la población civil del país, atrapada también por las atrocidades cometidas por otras milicias entrenadas por las autoridades.
«Condeno con vehemencia la obstinación de la Coalición de Patriotas por el Cambio y otros grupos armados que continúan sembrando el terror, la inseguridad y el sufrimiento entre la población civil y las víctimas de violaciones y abusos», ha declarado el experto tras una visita de diez días al país.
El país africano se ha visto sumido en una gravísima crisis a raíz de la eliminación de la candidatura del expresidente François Bozizé, quien regresó al país a finales de 2019 para volver a ser candidato a la Presidencia, cargo que abandonó en 2014 ante el levantamiento de los rebeldes de Séléka, predominantemente musulmanes. Bozizé encabeza en estos momentos la CPC.
Desde Bria, la capital de la prefectura de Haute-Kotto, el experto de la ONU ha mostrado su absoluta consternación tras descubrir la facilidad, le ha relatado la población, con la que las milicias armadas pueden entrar y salir de la vecina Sudán, de manera completamente impune.
A esto se añade la acción de otras milicias como la Unión por la Paz en la República Centroafricana o el Frente Popular para el Renacimiento en República Centroafricana (FPRC), acusadas constantemente de todo un espectro de atrocidades, entre ellas la violencia y la esclavitud sexual a niñas de entre 11 y 17 años.
De hecho, el líder de las FPRC, Mahamat Salé, ya ha estado implicado en varios casos de violación y otros abusos graves contra los Derechos Humanos.
Por ello el experto de la ONU insta a estos grupos «a participar en el diálogo político y el proceso de paz y reconciliación liderado por la Comisión de la Verdad, la Justicia, la Reparación y la Reconciliación (CVJRR)» del país africano.
Las fuerzas del Gobierno centroaficano no quedan eximidas de culpa, ha recordado el experto, que puso como ejemplo el brutal ataque organizado contra el pueblo de Boyo en diciembre pasado. El asalto, perpetrado por milicias entrenadas por el Gobierno, según la ONU, se saldó con al menos 20 civiles muertos, cinco mujeres y niñas violadas, 547 casas destruidas y más de 1.000 desplazados.
«La gravedad de estos hechos requiere respuestas apropiadas de las autoridades nacionales hacia las víctimas», ha declarado el experto, quien ha recomendado no solo unas prácticamente obligatorias conversaciones de paz para poner fin a la violencia, sino también que la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de la ONU en la República Centroafricana (MINUSCA) establezca un sistema de alerta «más reactivo y operaciones conjuntas periódicas con el Ejército centroafricano para prevenir tragedias como la de Boyo».