Expertos apuntan que las nuevas terapias auguran un «futuro apasionante» en la leucemia mieloide aguda
Las nuevas terapias en experimentación auguran un «futuro apasionante» en el abordaje de la leucemia mieloide aguda (LMA) según han asegurado expertos participantes en un seminario on line organizado por la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), con la colaboración de Jazz Pharmaceuticals.
La LMA es un cáncer hematológico que representa el 40 por ciento de todas las leucemias en el mundo occidental, con una incidencia estimada de 3,5 nuevos casos por cada 100.000 habitantes y año, lo que equivale en España a más de 1.600 casos anuales con las actuales cifras de población. Además, el 50 por ciento de los pacientes afectados es mayor de 65 años.
«La supervivencia a los cinco años es del 80 por ciento en los casos favorables y prácticamente no hay opciones terapéuticas no experimentales para los casos desfavorables. Globalmente, sobrevive a largo plazo un 40 por ciento de los pacientes hasta 65 años y un 15 por ciento de los mayores de esta edad», ha afirmado Jorge Sierra Gil, jefe del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona).
En el último congreso de la Asociación Europea de Hematología (EHA, en sus siglas inglesas) «se han presentado resultados prometedores, a medio y largo plazo, de los nuevos agentes terapéuticos en experimentación, lo que augura un futuro científicamente apasionante en el abordaje de esta enfermedad», ha destacado el experto.
En el tratamiento de primera línea, «se consolidan los resultados a largo plazo de la quimioterapia intensiva, a la que se le añade la terapia dirigida, y se desarrollan nuevas formulaciones de quimioterapia clásica, con técnicas de encapsulamiento, para los pacientes mayores», apunta Sierra Gil.
«En los pacientes mayores y/o frágiles no tributarios de quimioterapia intensiva, destaca la actualización de resultados con nuevos agentes y su extensión generalizada a la práctica clínica en Estados Unidos, así como el inicio de ensayos de triple combinación», agrega al respecto.
La LMA refractaria y en recaída «continúa siendo un gran problema en la mayoría de los pacientes, con una supervivencia muy sombría de pocos meses», señala el experto. De todos ellos, «los pacientes con una mutación en el gen FLT3 están a la espera de disponer muy pronto de fármacos inhibidores que tendrán un impacto positivo en la supervivencia y en las tasas de curación». Para los pacientes no sensibles a quimioterapia y/o nuevos agentes en régimen compasivo, «se está investigando la terapia CAR-T, aunque por el momento no se ha identificado un buen receptor celular para la misma».
En cuanto al pronóstico de la LMA, destacan «la aparición de nuevos marcadores biológicos y la consolidación de la enfermedad mínima residual (EMR)», según Sierra Gil. Por el momento, el seguimiento de la EMR con secuenciación de nueva generación (NGS, en sus siglas inglesas) «se encuentra en fase de investigación y se hace únicamente en centros de referencia, pero llegará a integrarse como prueba en la práctica clínica».
Por su parte, la citometría de flujo multicolor «es el estándar de seguimiento según el inmunotipaje de las células leucémicas y hematopoyéticas no neoplásicas en médula ósea y se está investigando en sangre periférica». También se han presentado «datos muy interesantes con técnicas moleculares todavía más complejas, como el análisis del ADN de células individualizadas», concluye Sierra Gil.