Experto destaca que la computación permitirá un mejor diagnóstico en cáncer: «Estamos al inicio de la curva exponencial»

MADRID, 31

El profesor Mario Fernández Fraga, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Centro de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnología (CINN), ha destacado la importancia de la inteligencia artificial en la biomedicina, y ha subrayado que las técnicas de computación van a permitir un diagnóstico más precoz del cáncer y, de hecho, el momento actual es «el inicio de la curva exponencial».

«La idea de medicina de precisión sugiere que a partir de todo tipo de fluido biológico podemos obtener moléculas que predicen los tumores, y analizarlas con el abanico de técnicas que tenemos para analizar todas las moléculas. Pero hoy estamos empezando», ha aseverado el investigador, en el marco de la Jornada sobre prevención y diagnóstico hipertemprano del cáncer. Hacia una nueva Oncología , organizada por HM Hospitales. «Ahora se están haciendo pruebas en tejido. Llegará el momento en que las hagamos en células individuales, analizando todas las moléculas de la células», ha vaticinado.

Asimismo, ha asegurado que estas nuevas formas de diagnóstico temprano del cáncer se van a poder abordar gracias a las técnicas de computación. «Tenemos cantidades tan masivas de datos que la clave del avance es la computación, la biología computacional», ha reiterado, para contextualizar que, actualmente, se utilizan biomarcadores uniómicos con miles de millones de datos, mientras que, en el futuro, se usarán «marcadores multiómicos con billones de datos».

Así las cosas, en este sentido, ha destacado que, actualmente, gracias a técnicas de inteligencia artificial, ya se ha conseguido la identificación de biomarcadores para detectar cáncer de tiroides evitando intervenciones quirúrgicas.

En este sentido, el doctor Antonio Cubillo, director HM CIOCC Madrid y jefe de Servicio de Oncología Médica, ha celebrado la Unidad de Diagnóstico Oncológico Hipertemprano del centro para mejorar el pronóstico de la enfermedad. «Ahora mismo curamos al 60 por ciento de nuestros pacientes de manera tradicional. Con la unidad, prevemos curar al 90 por ciento», ha asegurado.

LOS HOMBRES SE SOMETEN A MENOS CRIBADOS

Por su parte, la coordinadora del Cribado de Cáncer Colorrectal en el País Vasco, Isabel Portillo, ha instado a los hombres a «cuidarse más», ya que acuden menos que las mujeres a los cribados de cáncer «cuando tienen un mayor riesgo» que ellas. «La detección y tratamiento precoz son las herramientas que se deben estandarizar e implementar para mejorar la supervivencia y calidad de vida de las personas», ha expresado.

Por otro lado, ha detallado que el 50 por ciento de las muertes en hombres y 36,6 por ciento de las muertes en mujeres son atribuibles a factores de riesgos modificables, tales como el tabaco, el alcohol el sobrepeso y la diabetes. Por ello, ha defendido que «los factores de riesgo modificables deben ser abordados con políticas de salud efectivas».

«En otros países, el tabaco cuesta el triple que aquí y no se puede fumar en muchos sitios», ha afirmado Portillo, que ha lamentado también el auge del vapeo entre los más jóvenes. «La industria va siempre por delante de nosotros, y en salud pública vamos por detrás», ha añadido. En este punto, ha llamado a un «acuerdo» y a la promoción de un «movimiento social y cultural» de promoción de la salud.

Por todo ello, ha recordado la importancia de crear «ciudades saludables». «Está demostrado que las ciudades con alta polución no solo tienen riesgo cardiovascular y de cáncer, sino que, además, tienen un impacto sobre los bebés que nacen en esas ciudades ultracontaminadas, porque tienen un desarrollo psicomotor alterado de entrada», ha asegurado. Por ello, ha instado a «trabajar en todos los aspectos». «Esto tiene que ser un compromiso social, institucional, de los médicos, de las enfermeras, de los trabajadores sociales y de toda la sociedad», ha insistido.

Al hilo, el director HM CIOCC Madrid ha recomendado «proponer en positivo». Esto es, por ejemplo, recomendar lo que se puede beber o comer, sin insistir tanto en la prohibición. Una de estos consejos «en positivo» pasa por recordar a los pacientes la importancia de las relaciones sociales. «Está demostrado que el que tiene muchas relaciones también vive más. Esto es un factor protector muy importante que pocas veces aparece en los estudios», ha dicho.