Experto destaca el uso de nuevos fármacos para reducir el colesterol y en el futuro apuesta por una vacuna anual

El director de la Unidad de Riesgo Vascular de Olympia Quirónsalud, perteneciente al servicio de Angiología y Cirugía Vascular, José María Mostaza, ha destacado el empleo de los nuevos fármacos que reducen el colesterol del organismo y que «están dirigidos a los pacientes que tienen que bajar más aún su colesterol».

En la actualidad se está investigando numerosas medicinas capaces de reducir o eliminar el colesterol. «Por primera vez, han llegado al mundo del riesgo cardiovascular muchos fármacos novedosos e innovadores por su forma de actuación. Hasta ahora, únicamente se habían utilizado en el manejo del cáncer, por ejemplo», ha indicado el especialista, quien ha explicado que en estos momentos, esas medicinas van dirigidas a eliminar de la sangre una proteína llamada PCSK9, descubierta hace más de 15 años.

«Esta proteína se encarga de autodestruir a los receptores de LDL, la puerta por la cual el colesterol es eliminado del organismo. La proteína PCSK9 se une al receptor y lo destruye, de manera que no se puede eliminar adecuadamente el colesterol de nuestro organismo al no haber puertas suficientes», ha explicado.

En ese sentido, Mostaza ha destacado que, hasta ahora, se conseguía bloquearla inyectando fármacos, cada 15 días o cada mes. Se trata de medicinas que únicamente pueden recetarse por personal especializado y sólo se pueden prescribir en hospitales. «A partir de ahora se dispondrá de otras medicinas que también se dirigen contra PSCK9, pero, en lugar de ser anticuerpos y de destruir esa proteína en la sangre, van al hígado e impiden que PSCK9 se sintetice, es decir, se fabrique. Por tanto, de alguna manera, actúan sobre nuestro sistema genético, bloqueando temporalmente la fabricación de PSCK9 en el hígado».

Según el doctor, el inclisirán es una medicina que va hasta el hígado y, cuando se fabrica el RNA, es decir, el material genético a partir del cual luego se fabrican las proteínas, lo destruye en el interior del citoplasma de las células. «Al destruirlo, no se puede fabricar PSCK9 y, por tanto, se evita que se destruyan las puertas por las que se elimina el colesterol de nuestro organismo. Una vez inyectadas, estas medicinas entran en las células del hígado y se quedan ahí durante unos seis meses, destruyendo continuamente el RNA cada vez que se quiera fabricar la proteína PSCK9», ha subrayado.

«En teoría, el inclisirán es apto para cualquier paciente que tenga que bajar más aún su colesterol. No es una medicina que sustituya a las orales, es decir, a las estatinas, fármacos extraordinariamente eficaces para reducir el colesterol. De hecho, las estatinas potentes reducen el colesterol lo mismo que estas inyecciones, o incluso un poquito más, y cuestan mucho menos», ha señalado.

Por tanto, este tipo de fármacos se dan en aquellas personas que o bien no pueden tolerar las estatinas porque tienen efectos adversos con ellas o bien en pacientes que, aun recibiendo tratamiento con estatinas, tienen que seguir bajando notablemente su colesterol. Así lo explica el especialista: «Esto ocurre únicamente en dos circunstancias. Por un lado, en pacientes con hipercolesterolemia familiar -una enfermedad genética grave que hace que, quienes la padecen, no tengan suficientes puertecitas en el hígado para eliminar el colesterol- que parten de niveles de colesterol tan altos, es decir, que pueden tener 400 o 500, que, aunque las estatinas se lo bajen, no es suficiente para los objetivos terapéuticos que desearíamos alcanzar».

Por otro lado, en personas que ya tienen enfermedad cardiovascular establecida, «donde los objetivos del tratamiento del colesterol son tan bajos que, aunque partan de cifras razonablemente normales, tienes que intentar bajarles tanto su colesterol malo, porque es beneficioso para ellos, que al final tienes que hacer combinaciones entre medicinas y fármacos aplicados de manera subcutánea, por ejemplo», ha indicado.

EN EL FUTURO DE LAS VACUNAS

Como apunta Mostaza, el futuro va a seguir dirigido a destruir, de alguna forma, PSCK9, «pero quizá con la verdadera vacuna, que consistirá en inyectar a una persona PSCK9 modificada, de manera que nuestro organismo fabrique anticuerpos frente a esa proteína. Al haber sido modificada, se vuelve antigénica, es decir, favorece que nuestro sistema inmunitario produzca anticuerpos para destruir la proteína PSCK9 propia». De esta manera, señala que será una vacuna inyectada como la de la gripe, quizás una vez al año.

Por otro lado, el especialista apunta a la terapia génica, que ya se ha empezado a aplicar y que, tal y como explica, consiste en inyectar unas partículas que van hasta el núcleo de los hepatocitos y, directamente, destruyen el gen encargado de fabricar PSCK9. Por tanto, «con una única inyección, te quedas sin esa proteína de por vida, es decir, te quedas con el colesterol bajo, porque el gen que estaba dentro de las células del hígado es destruido».

Asimismo, Mostaza ha asegurado que ya hay estudios publicados en animales, en concreto, en primates, que demuestran que una única inyección mantiene, al menos durante un año, con los niveles bajos de PSCK9, consiguiendo reducciones del colesterol para toda la vida de, aproximadamente, el 60 por ciento. «Los estudios también se están empezando a hacer en humanos. Existe uno en Nueva Zelanda y otro, en Reino Unido, inyectando en personas que tienen hipercolesterolemia familiar», ha finalizado.

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