Experto desarrolla una técnica de edición génica que permite estudiar alteraciones cromosómicas en cáncer
El jefe del Grupo de Ingeniería Genómica del Cáncer del Vall d Hebron Instituto de Oncología (VHIO), que forma parte del Vall d Hebron, Francisco Barriga, ha desarrollado la tecnología de edición genética MACHETE , que permite estudiar alteraciones cromosómicas en cáncer.
Barriga desarrolló esta técnica durante su estancia postdoctoral en el Sloan Kettering Institute (EEUU). Ahora, el objetivo de su investigación en VHIO es utilizar esta nueva herramienta para generar modelos que permitan estudiar en profundidad estas alteraciones genómicas que se observan frecuentemente en cáncer, con el objetivo de entender su función y diseñar nuevas estrategias terapéuticas.
La revista Nature Protocols ha publicado el artículo Engineering megabase-sized genomic deletions with MACHETE (Molecular Alteration of Chromosomes with Engineered Tandem Elements) en el que los autores Francisco Barriga y Scott W. Lowe del Sloan Kettering Institute comparten esta tecnología con la comunidad científica con el objetivo que investigadores de todo el mundo que necesiten trabajar con edición genética estable de grandes deleciones genómicas pueda tener acceso.
EDICIÓN GÉNICA
La edición génica es la habilidad alterar la secuencia del ADN de las células para nuestros propios propósitos de investigación. «Este concepto nace hace más de 50 años. En la época de los 60 Mario R. Capecchi, Oliver Smithies y Martin J. Evans generaron los primeros ratones transgénicos por lo que recibieron un Premio Nobel. Décadas más tarde, Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna ganaron otro Premio Nobel por el desarrollo de la técnica CRISPR de edición genética que gracias a unas enzimas conocidas como nucleasas es capaz de generar cortes en secuencias específicas del ADN», ha explicado Barriga.
La investigación del grupo de Barriga se centra en estudiar la función de cambios cromosómicos a gran escala. Estos cambios son conocidos como alteraciones del número de copias en cáncer, y para estudiarlos su grupo combina estrategias de ingeniería genómica de última generación con modelos in vivo de cáncer. El objetivo es descubrir los mecanismos por los cuales estos grandes cambios permiten que las células cancerosas se propaguen y resistan a las terapias.
«La eficiencia de la tecnología CRISPR no era suficiente para la generación de modelos celulares a los que les falta una gran región de genoma, lo que se conoce como deleciones. Esto es porque son eventos muy poco frecuentes y difíciles de encontrar, así que ideé una nueva manera de utilizar la edición génica para específicamente obtener las células que presentaban estas deleciones», ha afirmado el experto.
«UNA AGUJA EN UN PAJAR»
El artículo de la revista Nature Protocols detalla el protocolo de esta tecnología que consiste en introducir un botón de autodestrucción en la región cromosómica que se quiere eliminar. De esta forma, al hacer los dos cortes con CRISPR para eliminar la región de interés, las células que tienen la deleción eliminan ese botón y sobrevivirán, mientras que las células que no hicieron la deleción se autodestruyen. La creación de células con deleciones sirve como modelos para investigar porqué los pacientes que presentan esta alteración cromosómica responden peor los tratamientos o tienen peor pronóstico a determinadas terapias.
«Es como buscar una aguja en un pajar» compara Francisco Barriga «donde por ejemplo podríamos usar un imán para encontrar la aguja, pero esto tardaría mucho y sería poco eficiente. Por el contrario, lo que hacemos con MACHETE es prender fuego a la paja de forma que sólo nos queda la aguja, en este caso las células que presentan la alteración cromosómica que queremos estudiar».