Experto cree que prohibir fumar en zonas públicas es «bueno» contra el tabaquismo y recomienda favorecer otros productos
Aconseja «firmemente» a los países que «permitan competir» a otros productos de nicotina pues lo contrario «protege los cigarrillos»
MALLORCA, 20
El experto en control del tabaquismo, director de la unidad de investigación sobre la dependencia del tabaco del Instituto de medicina preventiva de la Universidad Queen Mary de Londres, Peter Hajek, considera que el aumento de la presión al cigarrillo prohibiendo su consumo en zonas públicas es una «buena política», aunque recomendó también favorecer otros productos con nicotina de cara a acelerar el proceso de reducción del tabaquismo.
El doctor y profesor de psicología clínica cree que extender la cantidad de «lugares libres de humo es una buena política que se adopta en la mayoría de los países europeos y en todo el mundo». Así se expresó Hajek durante una entrevista a Europa Press, en el marco del 26 Congreso de la Sociedad Española de Patología Dual que se celebra del 17 al 20 de abril en Mallorca, tras ser preguntado por la intención del Ministerio de Sanidad y de las comunidades autónomas de aumentar la lista de espacios públicos en los que no se pueda fumar.
Hajek aprecia que las políticas públicas no solo en España sino en general en todo el mundo dibujan una «trayectoria que va en la dirección correcta», porque «la disminución en el tabaquismo se está acelerando». Por ello, considera que han sido eficientes «la promoción de la salud, el aumento de la conciencia sobre los riesgos para la salud del tabaquismo» o «la regulación de espacios sin humo».
«Son todas estrategias correctas. Han sido decisiones políticas correctas y todo va en la buena dirección hacia un mundo donde las personas no quemen hojas de tabaco e inhalen humos tóxicos y contraigan cáncer de pulmón o enfermedades cardíacas», explicó Hajek.
En todo caso, el experto reconoció que la «esperanza» de un mundo sin tabaco no es un objetivo que se pueda lograr mañana y pidió a los países que comprendan que habrá ciudadanos que seguirán usando productos de nicotina a través de «formas que no dañen mucho su salud».
Por ello, consideró que, «ya sea la industria tabacalera o alguna nueva industria en productos de nicotina libres de tabaco, es probable que alguien siga produciendo» este tipo de productos con nicotina en el futuro.
DEJAR COMPETIR A LOS NUEVOS PRODUCTOS ES EFECTIVO
Hajek, eso sí, aconsejó «firmemente» a los países que «permitan competir» a los nuevos productos de nicotina «contra los cigarrillos» porque asimilarlos con el tabaco convencional lo único que hace es «proteger el comercio de cigarrillos y a la industria tabacalera».
«Los países que permiten estas cosas están viendo una disminución más rápida en la prevalencia del tabaquismo que los países que las prohíben. Y así parece que desde la perspectiva de la población, permitir que estos productos reemplacen al tabaquismo sería una buena, buena estrategia regulatoria», apuntó.
«Dar a entender que estas alternativas son tan peligrosas como fumar es la estrategia incorrecta», concluyó, apuntando a que «ese detalle añadiría a las políticas públicas», de cara a «asegurarse de que los fumadores tengan opciones y puedan cambiar del tabaquismo a otra cosa». «Que tengan información honesta sobre el riesgo reducido, que se les anime a hacer el cambio, en lugar de el esfuerzo que hacen algunos países por informar de manera incorrecta de la realidad científica», apostilló.