Experto cree que la inteligencia artificial ayudará a «objetivar la subjetividad» dentro de «unos 10 años»
El catedrático de Psicobiología de la Universidad Complutense de Madrid y secretario de la Escuela de Psiquiatría y Ciencias de la conducta Carlos Castilla del Pino , Manuel Martín-Loeches, cree que los avances en la inteligencia artificial podrían «en unos 10 años» mostrar «grandes cosas» en el estudio de la objetivación de la subjetividad.
Así lo ha afirmado este experto durante la presentación del curso que que tendrá lugar en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y que dirige el profesor titular de Psiquiatría (en excedencia) en la Universidad de Córdoba y secretario de la Fundación Castilla del Pino, José María Valls, titulado La subjetividad como problema científico y social en el Siglo XXI: De la identidad a la colectividad .
En su intervención, Martín-Loeches ha señalado la importancia social, legal, económica, filosófica y neurocientífica de esta temática y ha afirmado que la sociedad aún está «muy lejos» de poder objetivar la subjetividad, pero ha asegurado que «algún día se podrá».
En concreto, ha hecho hincapié en que en la actualidad, aunque con procesos muy rudimentarios, «ya hay caminos» y es posible «saber de alguna manera que tiene una persona en su mente» viendo la actividad cerebral mediante electrodos, aunque ha reconocido que es un estudio «muy limitado».
Sin embargo, ha subrayado el papel de la Inteligencia Artificial (IA) en la evolución en este campo de investigación, ya que pese a que las técnicas de estudio del cerebro en los últimos años «no han avanzado mucho», aplicando la IA a la actividad dinámica, magnetoencefalográfica y electroencefalográfica, si se podría sacar información «en el sentido de que tiene una persona dentro». «Y ahí si tengo fe en que podremos objetivar aquello que en principio es subjetivo», ha dicho.
Martín-Loeches cree que en torno a los próximos 10 años «se podrán ver grandes cosas» y habrá muchos cambios. «No mucho antes, ni mucho después», ha asegurado, porque «va todo muy deprisa» y las redes neurales de la IA «aprenden como un cerebro, más rápido y con más cantidad de datos» que el ser humano.
Por su parte, Valls se ha mostrado algo más cauto respecto al futuro, aunque también espera que sea posible encontrar «el método que pueda abordar esas cuestiones» y también ha destacado la ayuda que podría suponer en la investigación de patologías cerebrales. «Desde mi punto de vista, el problema es primero filosófico, y después técnico», ha añadido.
Valls ha explicado que la subjetividad, entendida como la «vivencia íntima de lo que le ocurre a cada uno» o «la diferencia entre percibir el color rojo y lo que se siente y vive con ese color rojo», es «inasequible» en este momento mediante la investigación científico-natural, y es un punto de «desconocimiento por parte de todos».
«La metodología que sirve para detectar como llega a ser interpretada una determinada longitud de onda como color rojo está hecha; qué representa para cada uno, no lo está», ha enfatizado Valls, quien ha destacado la posibilidad de contar en este curso con profesionales de Filosofía, Economía, Derecho, Psiquiatría o Neurociencia, lo que les permitirá poner al día las «carencias» de cada ámbito y discutir el futuro de esta investigación.
En el curso, enmarcado en los cursos de verano de la UIMP, que se llevan a cabo en el Palacio de la Magdalena, varios expertos analizarán y discutirán a lo largo de esta semana sobre la investigación de la conducta, la subjetividad de las personas y la posibilidad de llegar a objetivarla en el futuro.