Experta reclama perder el miedo a la mamografía porque el diagnóstico precoz «mejora mucho» la supervivencia
La doctora Dolores Ojeda, ginecóloga especialista en cáncer de mama con más de 30 años de experiencia, ha instado a las mujeres a que venzan el miedo a la mamografía y revisen sus propios senos en busca de posibles alteraciones, ya que aquellas con un diangóstico precoz tienen una tasa de supervivencia del 85 por ciento, «una cifra muy alta para un cáncer tan prevalente».
En el marco del Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, que se celebra este viernes 19 de octubre, la especialista de Women s Carmona Dexeus ha señalado en una entrevista con Europa Press varios aspectos clave que rodean a esta enfermedad: el tumor más frecuente entre las mujeres en España pero, al mismo tiempo, el que presenta una tasa de supervivencia más alta (el 71% consigue ganar la batalla), según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
En cáncer de mama, tal y como avanza Ojeda, la detección precoz es «muy importante» porque mejora «mucho» las cifras de supervivencia y, además, es uno de los pocos cánceres que tiene un método de diagnóstico validado, como en colón (colonoscopia) y cuello uterino (citología)». «Es una pena que, muchas veces, unas mujeres por temor y otras por no estar bien asesoradas, obvien hacerse una mamografía, sobre todo en los tramos en los que es más prevalente, entre los 45-65 años», lamenta la experta.
Pese a que se trata de la primera causa de muerte por cáncer en España en mujeres (por delante de colorrectal y pulmón), su pronóstico ha mejorado en los últimos años y, de hecho, la tasa de mortalidad por tumores mamarios en España es la más baja de la Unión Europea. La edad de máxima incidencia está por encima de los 50 años, pero aproximadamente un 6 por ciento se diagnostica en mujeres menores de 35 años.
Además de apostar por esta prueba de mamografía como clave para mejorar las posibilidades de curación, la doctora Dolores Ojeda apunta que la prevención, como en todas las enfermedades, se basa en dos pilares básicos: ejercicio y dieta saludable. «Hacer deporte y alimentación mediterránea que no sea rica en grasas (sobre todo que no sea de origen animal) ni en hidratos de carbono», sintetiza.
Además, reomienda estilos de vida saludable que no son específicos solo del cáncer de mama, como evitar el tabaco, el alcohol, el estrés, dormir bien o intentar controlar el entorno para afrontar la enfermedad con tranquilidad. «Todos estos factores que incrementan nuestra inmunidad natural, pueden hacernos más fuerte», indica.
En cuanto al ejercicio, un estudio epidemiológico del Grupo de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam) publicado el pasado julio confirmó que hasta el 13,8 por ciento de los casos de cáncer de mama podrían evitarse si las mujeres inactivas dejaran de serlo.
DETECCIÓN PRECOZ Y EL MIEDO
«El momento en el que diagnosticamos un cáncer de mama es fundamental para detectar un estadío temprano, cuando aún podemos ofrecerles soluciones efectivas, y no simples paliativos porque el tumor está muy avanzado. Al pillarlo temprano, sabemos que va a tener una supervivencia mucho mayor, de en torno al 85 por ciento. Es una cifra que se ha ido incrementando tanto por la implantación cada vez mayor del diagnóstico precoz como de los nuevos tratamientos», explica la doctora Dolores Ojeda.
Así, y pese a estos datos que refrendan los oncólogos, lamenta que haya mujeres que aún tengan miedo de realizarse una mamografía. «El miedo es un factor porque cuanto más tarda una mujer en ser diagnosticada, peor. Hay algunas que se encuentran un granito y acuden muy rápidamente; otras, mientras tanto, tienen un tumor incluso muy avanzado y no se atreven a ir», reprueba.
Según un estudio de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), el miedo a los resultados, la ausencia de señales de alarma y la «falta de confianza» en el beneficio de la prueba son los principales motivos por los que 2 de cada 10 mujeres en edad de riesgo (entre los 40 y los 69 años) no se realizan mamografías cada dos años, como recomiendan las autoridades sanitarias.
Por eso, para romper esos temores, pide a las mujeres que se abran a acudir a profesionales u organizaciones, como AECC, que están dedicadas al estudio de las consecuencias mentales del cáncer y el cáncer de mama, en particular, y que cuentan con psicooncólogos especialistas en el tema. Además, recuerda que el resto de afectadas puede «informar y asesorar» sobre los pormenores de la enfermedad, ayudando a llevarla mejor.
«Lo que yo no recomiendo es que una duda se la guarde para sí misma, sino que sea capaz de inmediatamente compartirla para poder solucionarla», pide la doctora, que recuerda en este punto que el entorno «también es clave». «Tener una buena estructura familiar y social es fundamental. Se ha comprobado que aquellas con un buen apoyo evolucionan mejor desde el punto de vista psicológico», ha asegurado.
Por último, sobre otros posibles obstáculos mentales para afrontar el diagnóstico precoz como una oportunidad y no como una amenaza, la especialista recuerda que en aspectos como la pérdida de pelo ahora mismo hay «muchísimos recursos estéticos». «Existen centros donde no solo hacen pelucas, sino también aconsejan ante la pérdida de pelo en las cejas o en las pestañas. Enseñan a maquillarse y, en definitiva, a que la autoestima desde el punto de vista físico no se venga abajo», detalla.