Experta pone en valor la importancia del abordaje multidisciplinar del cáncer de ovario desde el diagnóstico
En el marco de la celebración del décimo aniversario de la Asociación de Afectados por Cáncer de Ovario (ASACO), la doctora María Jesús Rubio Pérez, oncóloga médica en el Hospital Reina Sofía de Córdoba, ha puesto de relieve la importancia de tratar esta enfermedad de forma multidisciplinar.
A su juicio, el trabajo en equipo comienza desde el principio, con la concienciación por parte de los médicos de Atención Primaria (AP) acerca de los signos de sospecha de la enfermedad. «La enfermedad es silente. En la etapa inicial no hay ningún síntoma. Luego, comienza la distensión abdominal, molestias vagas abdominales que las pacientes no saben identificar bien», ha advertido la experta, para añadir que otros síntomas son las alteraciones en la micción y en la digestión.
«Mi recomendación en mujeres que tengan estos síntomas y sean duraderos, es que deberían consultar con su médico de AP, el primer escalón al que debemos acudir. Si el médico de AP hace la primera sospecha, la paciente puede acudir a la consulta ginecológica, y hacer una exploración complementaria», explica Rubio.
Así, para garantizar la atención integral de las pacientes con cáncer de ovario desde el diagnóstico, «se debería remitir a las pacientes a un centro hospitalario en el que exista un buen equipo multidisciplinar en el que el abordaje de la enfermedad se realice desde el inicio», ha destacado la experta.
«Tras la remisión al centro hospitalario, el equipo debería componerse por profesionales de Oncología, Enfermería, Anatomía Patológica y Farmacia, Psicooncología y trabajadores sociales, entre otros», ha continuado. «En mi opinión, sería de gran valor incluir en estos equipos multidisciplinares especialistas en psico-oncología y trabajadores sociales, dado el importante impacto emocional que puede provocar la enfermedad», ha expresado la doctora Rubio.
Por otro lado, ha subrayado la importancia de asegurarse de que la panciente entiende toda la información. «En caso de duda, la segunda opinión es casi siempre enriquecedora, tanto para la paciente como para el especialista que tendrá que tomar las decisiones», ha abundado la oncóloga médica.
Por otro lado, ha recordado que la mayoría de las pacientes recaen. «Esto depende del tumor, de las respuesta con la quimioterapia, del perfil genético de la paciente y de su situación. En resumen, hay que tener en cuenta algunos factores relacionados con la paciente, otros con el tumor y otros con el tratamiento», abunda.
En cuanto a la paciente, hay que valorar su estado general, comorbilidades, toxicidades residuales de otros tratamientos o el estado de la mutación. En cuanto al tumor, es preciso observar la histología y la tipificación y, en cuanto al tratamiento, hay que examinar cómo fue la cirugía, qué quimioterapia recibió y qué intervalo libre de tratamiento ha tenido ha tenido la paciente.
INVESTIGACIÓN Y AVANCES EN LOS ÚLTIMOS 10 AÑOS
En cuanto a la investigación y a los avances en los últimos 10 años, el doctor Antonio González Martín, jefe de Oncología Médica en la Clínica Universitaria de Navarra ha recordado que, en el momento de la fundación de ASACO, «solo se hablaba de dos tipos de cáncer de ovario». Ahora, en cambio, se habla de 5 cánceres diferentes de ovario, siendo el más frecuente y letal el carcinoma seroso de alto grado, con un 70 por ciento de prevalencia en el total de pacientes.
Asimismo, en 2011 tampoco se hablaba de biomarcadores. «Ahora tenemos, al menos, dos biomarcadores que definen cómo tratamos a la enfermedad». Los biomarcadores, ha recordado, «son algo que podemos determinar en el cuerpo de la paciente y que permite predecir cómo se va a comportar la enfermedad o un tratamiento».
Por otro lado, el experto ha mencionado el éxito del bevacizumab, un anticuerpo monoclonal, como otro de los hitos acontecidos en estos diez años. «Con él empezamos a cambiar la tendencia e la enfermedad. Es un fármaco que ha hecho mucho bien a muchas pacientes, y hemos tenido la oportunidad de participar en su desarrollo, siendo testigos del cambio en el cáncer de ovario», ha apuntado.
Según González, el futuro de la investigación en estos cánceres pasa por una mejor selección de las pacientes para los diferentes tratamientos, así como por la inmunoterapia. Al respecto, ha mencionado el ensayo Anita , que pretende estudiar los efectos de incorporar la inmunoterapia en la recaída.