Experta ofrece herramientas a los jóvenes ante el aumento del suicidio: «No es la única salida»
Alerta del aumento del suicidio entre los jóvenes por la frustración
La psiquiatra María López-Ibor ha trasladado su preocupación por el aumento de las tasas del suicidio entre la población joven, sobre todo por el nivel de insatisfacción y la frustración existente, algo «muy impulsivo» que es necesario prevenir.
Así lo ha señalado la catedrática de Psiquiatría este miércoles en declaraciones a la prensa en Santander, con motivo de su participación en el XXII Aula de Verano Ortega y Gasset de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), donde ofrece herramientas a los alumnos para que, ante situaciones duras o con un importante sufrimiento, no se vea el suicidio como «la única salida».
La psiquiatra ha apuntado que aunque el suicidio ha aumentado, no por una enfermedad mental sino por la frustración, no hay muchos datos para comparar porque antes no se recogían las cifras por suicidio por razones religiosas o «el estigma» de la familia.
En este sentido, ha asegurado que «hablar de ello no aumenta el riesgo, sino todo lo contrario» y ha destacado la importancia encontrar apoyo en situaciones de gran desesperación ante una mala noticia para evitar estos casos.
Según ha explicado, muchas veces se produce un «cortocircuito», en el que ante un suceso repentino aparece «un gran sentimiento de desesperanza», de «la vida no tiene sentido».
Asimismo, en muchos suicidios se van viendo síntomas, como una depresión grave que hace que pierda la esperanza. Y en otros casos es una manera impulsiva de salir de una situación que le está provocando un intenso dolor o malestar.
Entre las herramientas para tolerar la frustración, ha trasladado que se dedica mucho tiempo a cuidar el cuerpo y la mente es parte del cuerpo, por lo todo lo que cuida el cuerpo cuida la mente; pero también se ha referido a la necesidad de reflexionar, pensar, ir madurando y progresando en el tiempo, reconociendo los errores y frustraciones para poder ver la vida «de otra manera».
En este punto, ha puesto como ejemplo la fábula del lobo bueno –bondad, generosidad– y el lobo malo –rabia, ira, frustración, pereza–, en el que gana «el que alimentas».
Así, en el curso, la ponente tratará de distinguir lo que es salud mental de enfermedad mental, que, según ha indicado, «no es lo mismo», y ofrecerá herramientas para ser capaces de cuidar la salud mental, que, a su vez, sirve para prevenir las enfermedades mentales.
DISMINUYE EL ESTIGMA EN LA ENFERMEDAD MENTAL
López-Ibor ha lamentado que sigue habiendo «mucho estigma» en la enfermedad mental, aunque ha mejorado «un poco», dado que los jóvenes acuden al psiquiatra o al psicólogo «con más facilidad y lo comentan entre ellos», cuando «antes era imposible».
«Sigue habiendo un estigma que entre todos yo creo que estamos consiguiendo disminuir un poco, pero se sigue teniendo un poco de miedo a nuestros enfermos», ha dicho.
LA SALUD MENTAL DE LOS ESPAÑOLES ES «MUY BUENA»
Respecto a la salud mental de los españoles, la psiquiatra cree que es «muy buena» y ha apuntado que, según los estudios, los trastornos y la enfermedad mental, como la depresión, «no han aumentado tanto» tras la pandemia del Covid.
«Han aumentado los síntomas leves pero no las enfermedades», ha añadido López-Ibor, para quien se ha superado una situación, para la que nadie estaba preparado, «bastante bien».
Por otro lado, ha apuntado que las figuras de los psiquiatras –los médicos que hacen un diagnóstico– y los psicólogos –los que rehabilitan y tratan las enfermedades– son «compatibles y necesarios».