Experta alerta de que la anorexia multiplica por cinco el riesgo de mortalidad
La jefe de la Unidad de TCA del Hospital Clínico San Carlos y presidenta de la Sociedad de Psiquiatría de Madrid, la doctora Marina Díaz Marsá, ha advertido de que la anorexia multiplica por cinco el riesgo de mortalidad.
Alrededor de 400.000 personas en España, la mayoría mujeres, padecen un trastorno de la conducta alimentaria. El 2 de junio, que se celebra el Día Mundial de Acción por los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), es el día para luchar contra este trastorno psiquiátrico.
Hasta 20% de pacientes con anorexia nerviosa intentan quitarse la vida. Mientras, las pacientes con bulimia nerviosa no registran un aumento de mortalidad prematura, si bien intentan el suicidio en similar proporción a los pacientes con anorexia nerviosa. No obstante, lo consolidan en mucha menor cuantía debido al uso de medios menos letales. No obstante, atendiendo a las investigaciones dirigidas por la doctora Díaz Marsá, en el caso de la bulimia la mortalidad es el doble de la esperada.
«La anorexia multiplica por cinco el riesgo de mortalidad: cinco de cada mil personas con anorexia mueren cada año. Alrededor de 400.000 personas en España, la mayoría mujeres, padecen un trastorno de la conducta alimentaria», añadió la doctora Díaz Marsá.
La anorexia nerviosa es el trastorno psiquiátrico con mayor nivel de mortalidad directa y, a la vez, causa de múltiples y riesgosas complicaciones somáticas tales como: bradicardia, hipotensión ortostática, arritmias cardiacas, hipoglicemia, falla hepática, alteraciones hidroelectrolíticas y hormonales, osteopenia, dilatación gástrica y, finalmente, muerte súbita por diferentes causas.
El 90% de quienes padecen anorexia nerviosa son mujeres: una mujer joven y anoréxica tiene hasta 10 a 12 veces más riesgo de morir que una mujer saludable.
«Los psiquiatras tenemos que tener en cuenta en el tratamiento de las personas con trastornos mentales, la evidencia científica y los avances médicos contrastados sin perder de vista la cercanía y la humanidad que ayude a disminuir el sufrimiento. Los psiquiatras no debemos ahorrar esfuerzos en iniciar los tratamientos piscoterapeúticos y farmacológicos que se precisen», señala la experta.