Experta advierte de que fascitis plantar es uno de los principales motivos de visita al podólogo
La podóloga Griselda March advierte de que la fascitis plantar es una de las afecciones más comunes del pie y uno de los principales motivos de consulta, siendo el síntoma fundamental un dolor agudo en la zona interna del talón, que es más intenso por la mañana, al apoyar el pie por primera vez en el suelo.
El dolor en la fascia plantar puede afectar al conjunto de la población, dándose una mayor prevalencia en deportistas que practican disciplinas de impacto, tales como running , fútbol o voleibol, pádel o tenis, y en personas mayores de 45 años que no realizan deporte de forma habitual.
«Las mujeres, en especial, son más propensas a la fascitis plantar porque suelen tener la cadena muscular posterior más reducida que los hombres», precisa March. «Entre las causas de este acortamiento cabe destacar el uso excesivo de calzado inadecuado como, por ejemplo, el exceso de tacón o zapatos planos tipo bailarinas», aclara la podóloga, que desempeña su profesión en la clínica Creu Blanca.
Asimismo, una pisada incorrecta es un factor determinante en la aparición de la fascitis plantar. Los podólogos lo relacionan con la presencia de pies cavos y/o pies valgos, caracterizados respectivamente por un exceso de arco en la fascia plantar o la desviación lateral del talón.
PRINCIPALES TRATAMIENTOS
«El tratamiento habitual combina la administración de fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) con las sesiones de fisioterapia», detalla March. Entre los tratamientos fisioterapéuticos, se encuentran la terapia de choque y ondas magnéticas, orientada a desinflamar localmente la zona en la fase aguda. «Actualmente, también cabe la posibilidad de aplicar un tratamiento de PRP o factores plaquetarios, entre otros empleados desde la Unidad de Terapias Regenerativas, ya que cuentan con un gran poder regenerador de tejidos».
Más tarde, en la segunda parte del tratamiento, y después del proceso de rehabilitación, es conveniente realizar un estudio biomecánico de la marcha para valorar si la causa de la fascitis tiene relación con la anatomía y/o la forma de pisar del paciente. «En caso afirmativo, cabe realizar unos soportes plantares o plantillas a medida para destensar la fascia plantar y controlar el arco del pie del paciente», aclara.
En los casos más severos y si después de probar con opciones conservadoras no fuera suficiente, se aplica radiofrecuencia en la fascia plantar. La radiofrecuencia es un tratamiento que, mediante energía eléctrica, logra eliminar el dolor de la fascitis, ya que se consigue bloquear el nervio que conduce al dolor. Se trata de un procedimiento mínimamente invasivo con una recuperación muy rápida. «Es una buena opción antes de la cirugía, ya que los resultados son muy satisfactorios en un 80 por ciento de los casos», concluye la podóloga.