Ex parlamentarios de distinto signo reclaman un Pacto por la Industria para blindar la economía ante futuras crisis
Demandan un uso responsable de los fondos europeos, sin criterios políticos, y mantener el grueso de la reforma laboral de 2012
La Asociación de Exdiputados y Exsenadores de las Cortes Generales, que agrupa a parlamentarios de distinto signo, ha redactado un documento, en colaboración con representantes empresariales, que van a hacer llegar tanto al Gobierno como las distintas patronales, en el que reclaman un Pacto por la Industria, imprescindible, a su juicio, para avanzar en la reindustrialización del país y para proteger a la economía nacional ante futuras crisis.
El documento de 70 páginas titulado Reindustrializar España: Hacia una nueva industria española , incluye, por una parte, las premisas que deberían, según los autores, guiar la recuperación económica tras la crisis del coronavirus y, por otra, las cuestiones que en las que debería centrarse el Pacto Nacional por la Industria que demandan.
Así, los exparlamentarios emplazan directamente al Gobierno a «liderar un gran acuerdo nacional con presencia de todos los partidos, sindicatos, principales organizaciones patronales y entidades sociales para afrontar con las mayores garantías posibles la recuperación económica».
En este contexto, aconsejan mantener el equilibrio de las cuentas públicas, fijar nuevos objetivos de estabilidad y deuda, aligerar la estructura política del país y no iniciar una escalada «de incrementos de impuestos sin haber recortado previamente gastos superfluos» y sin haber marcado una estrategia de cambios estructurales y de lucha contra el fraude fiscal.
También piden que se haga un uso responsable de los recursos económicos procedentes de Europa. «Debemos evitar aquellos proyectos que sólo obedezcan a repartos políticos o que sean incapaces de obtener ningún tipo de confinanciación privada o de otras Administraciones», apuntan.
ESTABILIDAD POLÍTICA
En el plano específico de la reindustrialización, el documento deja claro que para sentar sus bases es necesario, en primer lugar, asegurar la estabilidad política. Sin ella, argumentan los autores, no será posible alcanzar ese Pacto Nacional por la Industria que la deje al margen de los cambios políticos.
Según reza el texto, al que ha tenido acceso Europa Press, este pacto nacional debe ser «elaborado desde el consenso, el respeto al cumplimiento de los compromisos, a la rendición de cuentas y a la ética política».
«El sector industrial español necesita un plan a largo plazo, independiente de vaivenes políticos, que dé estabilidad a nuestra economía y que la posicione en el lugar que le corresponde por su nivel de desarrollo económico. Sabemos que las grandes compañías elaboran sus planes estratégicos a largo plazo y que en ellos se fijan decisiones de inversión que no deben ser amenazadas por cambios normativos improvisados. La administración debe operar de la misma manera», aseveran los antiguos diputados y senadores.
ACTUALIZAR LA LEY DE INDUSTRIA
La actualización de la Ley de Industria sería uno de los temas a tratar en el marco de ese pacto que también debería abordar la creación de un Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Industria, que incorporase a las comunidades autonómas y a relevantes agentes económicos y tecnológicos, para analizar los principales retos de futuro en estos ámbitos.
«Necesitamos una nueva política industrial en la que lasadministraciones públicas y el mercado no se sientan sujetos excluyentes, sino que, al contrario, tengan la convicción profunda de que son agentes complementarios que se desarrollan y colaboran de manera estratégica, colaboración público-privada que resultahoy determinante para el éxito de la industria y sus empresas en términos de su competitividad en los mercados internacionales globalizados. España lo merece», argumentan.
Entre otras cosas, abogan por crear un marco administrativo y jurídicos más ágil y simple, por el fortalecimiento del sistema judicial para dar estabilidad jurídica, así como por una legislación que perfeccione la denominada segunda oportunidad .
Asimismo, demanandan cambios en la normativa sobre los Planes Urbanísticos de Desarrollo Industrial para fomentar proyectos específicos de suelo industrial que, cumpliendo todos los requerimientos territoriales y ambientales, se puedan «ejercutar en plazos razonablemente cortos».
MEJORAR COMPETENCIA Y PATENTES ESPAÑOLAS
La resolución de las carencias que detectan en materia de defensa de la competencia y el refuerzo de las patentes made in Spain es otra de las demandas incluidas en el informe, en el que llaman a una intervención decida de las políticas públicas en el proceso de cambio estructural hacia la implantación de lo que denominan Industria 4.0 .
Respecto a las políticas energética, por ejemplo, demandan un perfil propio basado en medidas «pragmáticas» y «alejadas de mantras ideológicos» y apuestan por un «mix diversificado, equilibrado y con capacidad de resiliencia ante cambios en la oferta y la demanda de las principales fuentes energéticas».
Así, fijan como líneas estratégicas fomentar mercados energéticos competitivos, reducir la elevada dependencia energética, asumilar la factura energética de nuestras empresas a la de sus principales competidores, abrir un debate riguroso y sosegado sobre el parque nuclear, fijar criterios realistas para abordar la exploración para la búsqueda de posibles recursos tanto convencionales como no convencionales en el territorio nacional y la lucha contra el cambio climático.
Seguir avanzando en una buena red de infraestructuras es otra de las claves para garantizar la competitividad del sector industrial, según los autores del informe, que reclaman inversiones en este terreno, respetando la estabilidad presupuestaria y, una vez más, «dejando de lado los clásicos intereses políticos de corte regional o electoralistas». Asimismo, piden avanzar en la liberalización real del transporte de viajeros y prestar mayor atención al transporte ferroviario de mercancías.
La internacionalización del tejido industrial será también crucial para su fortalecimiento, por eso, abogan por mirar hacia los mercados exteriores ante la notable debilidad de la demanda interna y por resolver las interferencias que, avisan, limitan la capacidad de España de atraer inversiones extranjeras.
PAPEL COMERCIAL DE EXTERIORES
Sus recetas para ser más competitivos en el exterior son: elevar el tamaño medio de la empresa española, desarrollar propuestas para incrementar la supervivencia en la exportación e inversión exterior, reducir nuestra dependencia exportadora de países de la UE, reforzar el papel comercial del Ministerio de Asuntos Exteriores, resolver la insuficiente formación en internacionalización en los cuadros directivos de las empresas, reforzar el papel del ICEX e impulsar desde ICO de la financiación de la internacionalización».
Conscientes de que la prioridad final de la reindustrialización que anhelan es mantener los puestos de trabajo existentes y crear nuevos «de calidad, cualificados y bien remunerados», los autores llaman a respetar el diálogo social, manteniendo las «líneas maestras de la reforma laboral de 2012».
En este contexto, también plantean reformar el SEPE, reforzar la lucha contra el empleo irregular, medidas para incentivar la contratación indefinida, evitar la concatenación de contratos temporales y de corta duración, acabar con los falsos autónomos, mejorar los contratos de formación, incrementar recursos de los programas de las políticas activa de empleo, reforzar el conocimiento de idiomas extranjeros, facilitar la atracción de talento y defender la Formación Profesional.