Estudios apuntan a que 1 de cada 3 pacientes hematológicos con Covid-19 ha fallecido, la mayoría con cáncer de la sangre
En España se han realizado, al menos, siete estudios que detallan los efectos de la pandemia en los pacientes hematológicos, y estos muestran «una mortalidad de uno de cada tres de estos pacientes con Covid-19, la mayoría de ellos con cáncer de la sangre»; según ha explicado presidente de la SEHH, Ramón García Sanz, en el marco de la V Jornada de Divulgación HematoAvanza , celebrada con el aval de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) y el apoyo de AbbVie, Gilead, GSK y Novartis
Es por ello que, según ha anunciado su presidente, desde la SEHH se ha puesto en marcha una estrategia para evitar contagios de Covid-19 en estos pacientes, con rutas asistenciales y protocolos específicos, y cuyo proyecto piloto se está llevando a cabo «con gran éxito» en el Hospital Universitario de Salamanca.
Por su parte, el coordinador de Complicaciones Infecciosas y No Infecciosas del Grupo Español de Trasplante Hematopoyético (GETH) y hematólogo del Hospital Clínico Universitario de Valencia, José Luis Piñana, ha explicado cómo el paciente con cáncer de la sangre «es de los más vulnerables frente a la Covid-19», apoyándose en los datos del estudio Risk factors and outcome of COVID-19 in patients with hematological malignancies .
«La mortalidad global en estos pacientes se ha situado en torno al 30 por ciento y baja hasta el 18 por ciento en receptores de trasplante de progenitores hematopoyéticos (TPH)», afirma. La edad, enfermedad descontrolada, puntuación 3-4 en la escala ECOG ( Eastern Cooperative Oncology Group ) y la neutropenia (número anormalmente bajo de neutrófilos en la sangre) son factores pronósticos de mortalidad.
Además, ha añadido que la Covid-19 «ha tenido un gran impacto en la actividad asistencial de los equipos de TPH y de terapia CAR-T, con una reducción importante de la actividad durante los peores meses (marzo, abril y mayo), recuperada en época estival». Así, por ejemplo, el alo-TPH de donante no emparentado «se llegó a reducir hasta en un 50 por ciento con respecto al mismo periodo de 2019».
TRATAMIENTO DE LA COVID CON PLASMA DE PACIENTES CONVALECIENTES
Asimismo, la directora del Centro de Transfusión de la Comunidad Valenciana y vocal de la SEHH, Cristina Arbona, ha concluido que «es seguro» el tratamiento de la Covid-19 con plasma de pacientes convalecientes. «Es posible que el beneficio sea limitado cuando la enfermedad está evolucionada, pero parece mucho más efectivo en la enfermedad moderada y en fases más precoces, y también en pacientes inmunosuprimidos», explica.
«Para poder obtener resultados que sean fiables, es preciso administrar plasma de sujetos que tengan títulos elevados de anticuerpos», añade. Los criterios para donar plasma de convalecientes están publicados por el Ministerio de Sanidad: «basta con haber presentado síntomas clínicos de la Covid-19 y tener anticuerpos presentes en el plasma, habiendo pasado 28 días sin síntomaso 14 si se dispone de una PCR negativa, pero también se deben cumplir todos los criterios tradicionales de la donación de sangre y de plasma (edad, peso, presencia de determinadas enfermedades, entre otros factores)».
Por otro lado, el jefe del Servicio de Hemato-Oncología del Hospital General Universitario Morales Meseguer (Murcia), Vicente Vicente, ha destacado la elaboración y puesta en marcha de guías para la profilaxis y tratamiento de las complicaciones tromboembólicas en pacientes con la Covid-19. «Hay una veintena de estudios clínicos en marcha buscando mejorar la elección de fármaco, dosis y duración del tratamiento para cada fase de la enfermedad», explica. «Tenemos que esperar resultados de los estudios sobre el mecanismo fisiopatológico de instauración de la trombosis(inmunotrombosis)», ha añadido.
Con respecto al manejo de los pacientes anticoagulados durante la pandemia, el experto se ha referido al «establecimiento de diferentes estrategias, como el portal del paciente o las interconsultas no presenciales, para mantener su control con seguridad y eficacia». «Los hematólogos hemos luchado por flexibilizar y facilitar la indicación de anticoagulantes orales de acción directa en pacientes con fibrilación auricular y seguiremos concienciando sobre la importancia de no iniciar o retrasar la terapia anticoagulante y su control, ya que puede llevar a complicaciones tromboembólicas muy serias», ha concluido.