España lidera a nivel europeo el desarrollo de ensayos clínicos en obesidad
El desarrollo y comercialización de nuevos medicamentos indicados para hacer frente a la obesidad es solo el principio de la revolución farmacológica que podría producirse próximamente, y donde España puede tener un papel relevante ya que «lidera a nivel europeo el desarrollo de ensayos clínicos en obesidad», señala el doctor Cristóbal Morales, vocal de Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), quien está involucrado en ensayos clínicos con 14 nuevas moléculas para obesidad.
«En España ganamos la Eurocopa todos los años con más estudios clínicos», ha afirmado, recordando que los ensayos clínicos se realizan en España, se realizan gracias la colaboración público-privada. Con todo, subraya, «lo primero es alejarnos definitivamente del concepto de obesidad como una condición acompañante y asumamos un manejo temprano, integral, preventivo, personalizado y mantenido en el tiempo».
Respecto a estos fármacos en proceso de investigación clínica, el también responsable de la Unidad Salud Metabólica, Diabetes y Obesidad Hospital Vithas Sevilla, afirma que «se trata en muchos casos de medicamentos que se encuentran en fase II o III de desarrollo clínico, que poseen diferentes mecanismos de acción, y que despiertan mucho interés y generan unas expectativas muy positivas». En los próximos años se verán nuevos fármacos con la combinación de los actuales GLP-1 y nuevas prescripciones para estos tratamientos, pero además ya ese está trabajando en nuevas moléculas en investigación que potenciarán la masa muscular.
Gracias a la a todo el avance producido en los dos últimos años ha desaparecido el paciente no respondedor, ya que ocho de cada 10 pacientes «llega al éxito», un éxito que ha recordado es un «orgullo» para España ya que ha formado parte de la historia de los nuevos fármacos que se encuentran en el mercado.
«No queremos perder peso queremos darles mucha vida, años», ha recordado, señalando la importancia de «cambiar la vida de los pacientes; y, cuánto antes actuemos mucho mejor», ha explicado en la última jornada de la I Jornada de Periodismo y Obesidad , un seminario de prensa organizado por la SEEDO con la colaboración de Lilly y Novo Nordisk.
En cuanto a los nuevos fármacos la doctora Sharona Azriel, secretaria de SEEDO y que trabaja en el Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Infanta Sofía (Madrid), resalta la disponibilidad actual de los nuevos fármacos, con los que se consigue controlar «el síntoma de la enfermedad» que es primordial para acabar con las distintas obesidades, ya que actúan a nivel de los centros que regulan el apetito.
«Hasta ahora, a un paciente cuando tiene una enfermedad se le trata el síntoma. A las personas con obesidad no les tratábamos el síntoma y la gran mayoría tienen mucho apetito. Con estos fármacos conseguimos controlar el síntoma, el síntoma de la enfermedad», ha señalado.
Actualmente fármacos como la semaglutida y tirzepatide disponen de sólidos resultados obtenidos en estudios pivotales sobre pérdida de peso, con nuevas indicaciones (según el fármaco) en enfermedad cardiovascular, insuficiencia cardiaca, artrosis y síndrome de apneas-hipopneas del sueño (SAHS), además de ir publicándose en los últimos meses resultados de nuevos estudios que pueden cambiar en un futuro próximo sus indicaciones, entre ella podría incluirse nuevos datos en niños de 6 a 12 años, así como hígado graso o enfermedad renal
No obstantes, ha asegurado que «en los próximos años no solo vamos ha hablar de los nuevos fármacos, hay muchos fármacos que nos van a seguir dando mucho que hablar», ha afirmado la experta quien afirma que el próximo año en este área puede producirse un «futuro esperanzador, de retos alcanzables. Una nueva era».
LOS NUEVOS FÁRMACOS «NO HAN SURGIDO POR ARTE DE MAGIA»
La posibilidad de afrontar con éxito este novedoso abordaje de la obesidad procede, sin duda, de los progresos en investigación y, de hecho, los nuevos fármacos antiobesidad «no han surgido por arte de magia sino, gracias a muchos años de investigación en la fisiopatología de esta enfermedad», tal y como defiende la investigadora Ana Belén Crujeiras, líder del grupo de Epigenómica en Endocrinología y Nutrición del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS), para quien «la investigación científica en obesidad es clave para poder entender y abordar esta epidemia global».
Gracias a la investigación, según esta experta, que es vocal de SEEDO, «tenemos las claves para definir la obesidad como enfermedad, diagnosticarla con precisión y prescribir una terapia personalizada». Actualmente, ha comentado que la investigación científica está trabajando en identificar biomarcadores de diagnóstico más precisos, ayudándose para ello de las técnicas ómicas, entre las que se encuentra la genómica, la epigenómica, la proteómica y la metagenómica.
Estos recursos, junto con las herramientas de valoración morfofuncional y el perfil bioquímico, «nos permitirán mejorar el diagnóstico, la respuesta al tratamiento e incluso predecir el riesgo y mejorar la prevención de esta enfermedad y sus enfermedades asociadas», afirma la doctora Crujeiras, que considera que «estas investigaciones también están ayudando a esclarecer las causas de la obesidad».
NO SE PUEDE OLVIDAR LA PREVENCIÓN
Y dentro de esta perspectiva resulta clave la prevención. «La abrumadora presencia de nuevos tratamientos farmacológicos no debe desviar nuestro foco sobre la prevención», recuerda el doctor Albert Lecube, que forma parte de la Junta Directiva de SEEDO como editor de la revista BMI y es jefe de Servicio de Endocrinología y Nutrición en el Hospital Universitario Arnau de Vilanova (Lleida).
La prevención es uno de los pilares esenciales en los que se asienta la «Guía española del manejo Integral y multidisciplinaR de la Obesidad en personas Adultas» (GIRO), que es el resultado de un trabajo colaborativo, donde expertos representantes de 35 sociedades científicas y 12 asociaciones de pacientes han contribuido de manera activa.
«GIRO pretende ser una herramienta valiosa para los profesionales sanitarios, los responsables de políticas de salud y todas aquellas personas comprometidas con la promoción y la mejora del tratamiento y la correcta prevención de la obesidad», indica el doctor Lecube.
Poniendo el foco en la prevención, esta guía recalca la necesidad de actuar de manera temprana, con grandes medidas de salud pública y campañas de concienciación, para promover hábitos de vida saludables y dar a conocer los riesgos para la salud que tiene vivir con obesidad, con asignación de recursos presupuestarios propios a este fin dentro de un gran plan nacional frente a la obesidad.
Respecto a la estrategia terapéutica, se recomiendan las intervenciones multicomponentes de inicio temprano que incluyan el mantenimiento de una dieta saludable, actividad y ejercicio físico y pautas de modificación de conducta con acompañamiento psicológico
Mientras sobre actividad física y ejercicio, César Bustos, especialista en Ciencias de la Actividad Física y el Ejercicio y miembro del grupo de trabajo de Ejercicio Físico de SEEDO, recuerda un coste global de la inacción en la inactividad física de más 47 mil millones por año. Como ejemplo del beneficio que aporta la actividad física regular y la salud, señala la «asociación inversa significativa entre el recuento de pasos diarios y la mortalidad por todas las causas y la mortalidad cardiovascular: cuanto mayor sea el número de pasos, mejor».